lunes, 15 de agosto de 2011










































El nogal


PROLOGO




Esta parte es Verídica:

Estando Una vez en un bar tomando café, entró un policía a desayunar, le hice una pregunta y al contestarme le noté el acento canario, le pregunté de donde era, el me dijo que de Tenerife. El desayuno duró aproximadamente 15 minutos, fueron suficiente para aprovecharlo yo y, hacerle un pequeño “interrogatorio” en 15 minutos me explicó lo que yo le preguntaba, el amablemente me facilitó unos extras. Esa es la única experiencia que tengo en las islas Canarias, 15 minutos en el bar, de un pueblo de Málaga.

Otra vez, estando en Mijas (Málaga) fui a un taller de motos, Fernando, uno de los mecánicos tenía acento argentino, pensé que Argentina sería el sitio ideal para mandar a uno de los personajes, le expliqué mis intenciones y el me dijo que con mucho gusto lo haría.

A mi pregunta que de donde era el me contestó: de “Pilar” muy cerca de Buenos Aires, ya lo tengo, ya solo necesitaba bolígrafo, papel y saber el nombre de, hospital, universidad y poco más, bueno eso y poco menos de media hora.

Con eso se formó mi “experiencia” de Argentina.

Lo puedo asegurar.

Y por último, solo mencionar que la historia estaba escrita y cuando fui con mis dos hijos a New York en el año 2007 estando en pleno vuelo, en el Atlántico le pregunté al mayor: ¿Broadway está por New York?

El me contestó:

Pues claro papá, ¿dónde te crees que vamos a ver el primero de los conciertos? El primero para ver es en Lucille´s Grill de B.B. King, tenemos las entradas reservadas para ver a Robert Cray y está en Broadway.

Antes de comenzar

Como habréis advertido la historia es “ficticia” transcurre en un pueblo de Málaga, aunque tiene episodios en otros sitios como, Islas Canarias, Argentina, Cataluña, Nueva York

Se trata del comportamiento de alguno de los elementos de una familia con sus virtudes, defectos, profesiones, aficiones y sobre todo, lo que significa el dinero para algunos de ellos

La familia crece y además su entorno, pero la base de sus formas de ser, cambian muy poco. Antonio un anciano, viudo y padre de tres hijos Pablo, Pepe y Juan. Con Esperanza, Encarna y María son las mujeres respectivamente


Narración

La historia

Suena el teléfono en el salón, fue Pepe el que lo descolgó, cuando volvió al porche le preguntó la mujer, con gesto de preocupación, el le respondió con asombro. Mi padre está en el hospital.

Se levantó ella y quitándole importancia dijo:

Otro sustillo ¿no? y agregó ¿Donde está en Carlos Haya?

No, está en el clínico y con ellos está Luís Miguel en la habitación 123.(Luis Miguel es hijo de Juan, trabaja como médico en el hospital.)

Arréglate que nos vamos, le dijo Pepe a la mujer.

Ella se fue a su habitación, no tardó en volver, para entonces él la esperaba en el coche.

Camino del hospital la mujer le decía:

"son noventa años"

Noventa y dos, respondió él.

Ella le decía:

Nosotros si llegamos a esa edad estaremos hechos polvo, que hombre, que fortaleza es de otro “planeta"

Él la miró y con una sonrisa le dijo:

Otro “hamacuco,”

Al pasar por una explanada de varios kilómetros dijo:

¡!y pensar que todo esto podía ser nuestro!! “Por un puñado de higos”

Ella levantando la voz le dijo:

Está tu padre en el hospital y tu pensando en lo que podías tener ¿es que no tienes bastante? ¿te parece poco? No puedes con lo que tienes.

Ella indignada, inclinando la cabeza en señal de desesperación, no paraba de suspirar.

Cuando llegaron al hospital, le informaron que estaba en la 1ª planta, iban mirando todas las puertas, al pasar por la sala de espera para familiares, miraron y había sentado un matrimonio, siguieron para buscar la nº 123.

La mujer, que lo llevaba cogido del brazo se paró, le apretó mirándolo a los ojos y suspiró, se mordió los labios y moviendo la cabeza en señal de negación le dijo:

"Pepe no seas animal" e insistió: "por Dios no seas así, que es tu hermano.

El refunfuñando dijo:

¡! Coño ¡! tienes razón y se volvieron a la sala de espera.

Al entrar, la pareja se levantaron, tenían una expresión de asombro, por el detalle que vieron instantes antes.

Encarna (la mujer de Pepe) sonriendo, besó a los dos.

Pepe, besó solo a María la mujer del hermano y mirando a Juan le preguntó muy serio:

¿cómo está papá?

El hermano le respondió:

unos “mareillos”

María la mujer de Juan conociéndolos interfirió.

Están haciéndole pruebas, fue a medio día, llamamos a Luís Miguel, se estaba preparando para ir a su consulta, nos dijo que lo trajéramos y el llegaría lo antes posible.

Juan le dijo: cuando vinimos ya tenían el historial, Luís Miguel nos preguntó, le contamos lo sucedido y ahora está con papá contrastando los resultados.

Pepe dijo extrañado.

¡! Pero, si lo llamé a medio día ¡! y me dijo que venia de la huerta, que me llegara por la tarde a recoger las cosas, decía que tenía preparado cajas para todos, con alcachofas, berenjenas, tomates y todo en cantidad. ¿no sería del esfuerzo?

Encarna la mujer de Pepe dijo:

Yo creo que deberíamos de controlarlo un poco y no dejarlo hacer “algunas cosas.”

María la mujer de Juan exclamó. Si, parece mentira “con la de veces que le decimos que no haga ciertas cosas” pero el no hace caso.

La mayoría de los “agüeletes” se pasan el día jugando al dominó, agregaba Encarna.

Las mujeres se miraban y se hacían gestos de complicidad.

De pronto entró un señor con bata blanca, estetoscopios al cuello y dirigiéndose a Pepe le dijo:

Tito, está bien y después de besar a los dos, siguió informándolos.

Le estamos haciendo de todo, para quedarnos tranquilos.

Y agregó faltan unos resultados, pero creemos que no es nada.

Encarna, después de saber la buena noticia y sonriendo agregó:

Esto es, que se le ha encendido la “luz de la reserva” y cuando reposte a seguir haciendo más burradas.

Yo creo que esto le servirá dijo, uno de los hermanos.

Encarna insistió, en unos días “la burra se vuelve a ir al trigo” y agregó con una sonrisa, que lo conozco como si lo hubiera parido,

Pepe, más tranquilo y sabiendo que el padre no estaba en la habitación, dijo:

vamos a la cafetería.

El sobrino se despidió para seguir con el trabajo.

Una vez en la cafetería, se acercó el camarero.

¿qué les pongo? Pepe dijo:

Para mi un “corto chico” (se trata de café en Málaga) y una “nube para mi mujer” Juan pidió dos “ sombras dobles” (otros tipo de café) ellas entraron en conversación, los maridos apenas hablaban, les costaba sacar alguna palabra.

Se percibía un ambiente un poco hostil entre ellos, sobre todo los hombres, que estaban más pendientes de la televisión, que de lo que se hablaba en la mesa.

Había una de las series que se emiten.

Pepe comentaba en voz alta lo negativo (según el) de la televisión y decía:

Todo son cuernos, buenos coches, buenas casas, muchas tetas y lo peor, en horario de niños y agregaba, sobre todo “mucha poca vergüenza”

No hay respeto, repetía.

El camarero después de escucharlo, optó por cambiar de cadena, pero fue lo peor que hizo, porque en otra, tres cuartas de lo mismo.

En todas “basura” repetía Pepe.

Este se dio cuenta, que los camareros aprovechando que no había muchos clientes, estaban embelesados mirando a la pantalla.

Las mujeres conociéndolo se levantaron, la conversación era poco fluida pero la bronca, mayúscula

Mirando a la televisión Pepe dijo:

Esa gentuza despellejan al mas pintao, que poca vergüenza, como está la vida, no hay respeto, no hay moral.

Buenas tardes, interrumpió un señor en el bar, las mujeres que estaban de pie se sentaron.

Encarna la mujer de Pepe miró a la cuñada soltó un suspiro y le dijo en voz baja. "María, menos mal"

El nuevo cliente venia acompañado de la señora, se acercaron a la mesa y besándolos, preguntó:

¿cómo está Papa?

Estamos esperando los resultados contestó Juan que fue el primero en acercarse.

Una vez sentados, vino el camarero y preguntó:

¿qué pongo?

Juan, mirando a los demás y con un gesto al camarero le pidió:

Otro café

¿Como lo quiere?

“Sombrita doble”

Pablo que fue el último hermano en llegar le pidió un café “sombra descafeinado de maquina” con sacarina y otro pero normal para la mujer.

A lo que agregó Pepe:

Y para mí otro “corto doble” y un trozo de tarta de manzana. ¡!Que sean dos trozos de tartas dijo Juan

Todos se miraron con complicidad y preguntó María

¿otro café y el trozo de tarta por qué no lo habéis pedido antes?

Pepe, se encogió de hombros.

Pablo era el mayor de los hermanos, hizo preguntas a lo que respondían las mujeres, mientras los hermanos con la sonrisa de oreja a oreja comían y estaban fuera de la conversación Pepe miraba a la televisión.

Las mujeres después de informarlos, empezaron a preguntarle a el, por la salud y por el trabajo, el le respondía sin darle importancia.

De vez en cuando se oía a Pepe la misma “cantinela”

¡! Hay que ver que vergüenza.!!

¡! Como está la vida.!!

¡! No hay respeto.!!

Pablo se levantó, fue al mostrador y pagó, después de esto, los demás se levantaron para irse a ver al enfermo.

Cuando llegaron miraron en la habitación y al ver que no había llegado, se fueron a la sala de espera.

Allí Pablo les reprochó la actitud a los hermanos, de la poca unión entre ellos.

Parece mentira les decía, no cambiáis, no os dais cuenta.

Y mirando a Pepe le dijo:

Tu, no te das cuenta de vuestro comportamiento, lo de la televisión es un juego de niños comparado con lo vuestro

Hablas mal de la televisión y agregó:

Ves la paja en el ojo ajeno y no ves la viga en el tuyo.

Si, que mal está la vida pero, ¿que hacéis vosotros para cambiarlo?

Insistía. Siendo hermanos no os habláis.

Tenéis a la familia separada por vuestro egoísmo, para seguir diciéndoles:

Con la cantidad de tierra que tenéis, los hijos bien situados, medio pueblo es vuestro ¿qué queréis mas?

Pepe el segundo por edad con un ataque de celos y por sus defecto no se da cuenta que solo el lo ve y creyendo que no es tratado igual.

Con su burdo comportamiento y como siempre suele hacer, acusó al mayor diciéndole:

Te montó papá la fabrica, con todas las maquinarias eres el que menos tiene que hablar.

Las mujeres se miraban, no les resultaba extraña la conversación, de hecho efectivamente no se hablaban entre ellos por temporadas y todo a cuentas del dinero.

Encarna miró a su marido y por la expresión se hizo un silencio sepulcral.

Al instante entró él medico, se acercó a Pablo y besando a los dos, los informaba sobre el estado del abuelo.

Echándole la mano en el hombro y mirándolo a los ojos le preguntó:

¿Y, tú cómo estás tito?

Bien contestó el, pero con mucho trabajo.

Después de una pausa, el médico, refiriéndose al enfermo comentó:

Está todo muy bien, en el momento que vengan los últimos resultados, le damos el alta y agregó:

Aunque me estoy planteando que esta noche se quede aquí en observación.

Añadiendo:

Yo me quedo más tranquilo, venga… Vamos a la habitación que debe estar esperando el abuelo.

Cuando iban por el pasillo se abrió el ascensor, allí apareció el anciano.

Un hombre muy corpulento, con toda la cabeza cubierta de canas, con gafas de cristal grueso y con un pijama un poco pequeño para el, lo acompañaba un celador.

Una vez fuera lo rodearon.

Se le notaba el cansancio pero pronto, mostró lo vigoroso que era para su edad y mirando a Pablo le preguntó:

¿Tu que haces aquí?

Él le contestó encogiendo los hombros

Aquí… Ya ves.

El padre le insistió

Y… ¿quien se quedó allí?

Las niñas, respondió Pablo.

Y como si de una ceremonia se tratara, los demás esperaban su turno después de besar y preguntar uno por uno, se le notaba más tranquilo y, como un milagro se recuperaba por momento.

El medico le dijo al celador

Gracias, usted puede marcharse, ellos se hacen cargo del paciente.

Una vez terminada la ronda se fueron a la habitación

Ya acostado siguieron hablando hasta que el anciano le dijo al mayor:

Pablo, “vete ya Hombre” que tienes que descansar.

Él, sabiendo que seria lo mejor para su padre, decidió marcharse.

Luís Miguel el nieto para acelerar la marcha les aconsejó a todos:

Dejarlo descansar y les añadió que más tarde y por teléfono los informaría y por la mañana podían volver a recogerlo.

En el camino a casa, Encarna la mujer de Pepe, le recriminaba el no haber pagado en el bar y además la actitud de los dos hermanos con el mayor por lo que le dijo:

Pepe, no se como no te da vergüenza hablarle de esa forma a tu hermano, echarle en cara lo de la herencia, sabes que no me gusta y… Lo feo que está, además no tienes razón, agregando:

Tu sabes que no me gusta y es más, siempre que lo haces, lo paso muy mal, me haces daño a mi también.

Y otra cosa muy fea que tenéis los dos, siempre paga Pablo.

Siempre igual, sin embargo con todo el mundo eres esplendido, siempre te falta tiempo para pagar.

El marido parecía que no estaba. No queriendo reconocerlo gruñía, como siempre hacia con el tema.

En el otro coche Juan, reconociendo el error y temiendo la bronca habitual, parecía una estatua,

María que de vez en cuando lo miraba no pudo aguantar más y al igual que siempre, le dijo.

Siento vergüenza.

Pero él, con el silencio por respuesta, hizo que ella terminara la conversación, al llegar a casa llamó al hijo para que le asegurara el alta del abuelo, y el se lo confirmó.

Mamá el abuelo está bien, lo he dejado para observar unos detalles, además medicarlo aquí y que descanse, porque aquí, seguro que no se levanta

Pablo acostumbrado al comportamiento de los hermanos, comentaba con Esperanza de la forma de ser de los hermanos, del egoísmo, que a veces llegando a hacer el ridículo.

La mujer para confirmarlo le dijo:

Los dos son iguales.

Pablo insistía, lo peor es que se creen superiores y todo porque los hijos están mejor situados que los nuestros, si no fuese por las mujeres que son “dos cielos”, ellos ya se habrían matado.

De vez en cuando nos lo refieren y nos echan el cara, que mi padre me montó el negocio, pero no dicen que nosotros pusimos todos nuestros ahorros y lo más importante es, que a cuenta de la parte que me pertenecía ellos se quedaron con todas las tierras.

Y lo que hoy tenemos es gracias a nosotros y al esfuerzo de toda la familia, nosotros, Francisco y las tres niñas.

Ya está bien Pablo, le decía ella, pensando en su salud.

El repitió, lo que tenemos es gracias a nuestros hijos.

La verdad es que las dos hijas, trabajan con los padres Carmen, Lola y Pedro el marido de Lola, esperanza la pequeña tiene otro carácter y hace unos años el negocio no iba muy bien y puso una tienda.

El mayor de los hijos Francisco trabajó en varios departamentos de los hoteles, en la costa brava y Baleares, hoy es director en una de las mejores compañía de hoteles y está en Canarias.

Los hijos de Pepe y Juan están bien situados.

Pepe, no tiene estudios y por su forma de ser, por las tierras heredada por parte de la mujer con la casa, más las fincas heredadas por parte de su padre, eso unido a un fuerte complejo de inferioridad, lo hace “raro” por eso, intentan aparentar lo que no es.

Juan, es igual que su hermano Pepe, con solo dos diferencias tiene menos tierras y además, es de otro equipo.

Pero los dos carecen de humildad y otras virtudes, propias del padre, el hermano mayor y por supuesto de las mujeres.

Encarna la mujer de Pepe era hija única, de una familia de alcurnia, sus tierras, mucho mas grandes, con un edificio regio y señorial, lindan con las de Pepe su entonces novio.

El edificio tiene jardines, que forman paseos muy bien cuidados, con setos muy bien podados, con naranjos silvestres sauces llorones, bambú, palmeras, abeto y repartidos varias jacarandas, que por sus tamaños y vistosidad los hace más hermosos, sobre todo en primavera, los jardines cuentan con bancos de forja antiquísima. Justo delante de la casa una fuente de mármol y todo el camino con el suelo formado con piedras pequeñas, blancas y negras haciendo filigranas.

Los muebles de la casa son de caoba y rematados con figuras talladas a mano de personajes celebres en la historia, con los cuellos rizados de la época.

La pasión de Pepe es el fútbol, solo (el Madrid)

El hermano, para justificar las peleas es del (Barcelona) no se pueden ver lógicamente.

Pero, no solo por el fútbol, la herencia es la otra parte de la desunión.

Pablo siempre que discuten, es por lo mismo, en la última la más fuerte les dijo:

Sois unos egoístas ¿porque tenéis que restregarme siempre que tenéis la ocasión, lo de la fábrica?

No os dais cuenta que no paro de trabajar.

Yo lo único que tengo es mucho trabajo y preocupaciones,

Vosotros por lo contrario no habéis trabajado en la vida, lo único que hacéis son “tratos” con los murcianos y trapichear con los ayuntamientos y los seguros agrícolas.

Yo entre los clientes que no pagan, el banco que se lleva unos intereses muy altos, los impuestos. Y últimamente “ Sevillana” con tantos cortes del suministro eléctrico, me causan muchas averías. Se rompen las cámaras y maquinas y Sevillana tiene por costumbre lavarse las manos, al final estamos trabajando para sinvergüenzas que son todos ellos, agregando:

A ver si las niñas se quedan con los mejores clientes y con el negocio porque yo no puedo mas, sin embargo vosotros, con vender una parcelita tenéis lo que no sois capaces de gastar y lo peor es que no lo reconocéis.

Al día siguiente, Luís Miguel llamó a su tío Pepe para que fuera a la casa de su hermano y lo acompañara al hospital.

Lo tenia todo preparado en complot con la madre y la tía.

Aprovechando que el día anterior se hablaron y para que estuvieran más tiempo junto.

Ya en el hospital, Luís Miguel les hizo creer que no estaba aún el alta médico, además los invitó a desayunar, eso sí, no se puede discutir de fútbol, les dijo “en broma”

Se fueron al bar los tres, al entrar llamaron por el “busca” al medico y cuando empezó a disculparse, ellos le dijeron que lo primero eran las obligaciones.

Tomaron café los dos.

Pepe que miraba fijo a la televisión después de unos minutos y de pronto le comentó al hermano.

Esto es el colmo y señalando a la televisión le insistió. que “pechá” lo que faltaba.

Añadiendo:

Había un enjambre dentro del ropero” refiriéndose a los homosexuales que en una “tertulia” opinaban de un tema.

Que se casen vale, pero adoptar hijos, ¿que está pasando.?

Con lo crueles que somos de niños decía.

El hermano avergonzado, miraba a la puerta impaciente, deseaba tener un motivo para cambiar la conversación y como no aparecía el hijo.

Le brotó el Juan que lleva dentro y le lanzó una de sus “flores”

¡! Hace un mes no valíamos un duro y ahora a tres puntos ¡! Refiriéndose al fútbol, por supuesto

A lo que Pepe le contestó, el domingo que viene “os dan por culo” levantando la voz.

Daba por hecho que el Barcelona perdería porque, jugaban los dos en el campo del Madrid.

Juan, herido y por el temor a lo que venía, (por tratarse de campo contrario) se levantó y se fue a pagar.

Al salir Pepe, el camarero lo invitó a pagar el café.

Juan solo había pagado el suyo.

Pepe, pagó, eso sí renegando.

¡! Será cabrón y sopla gaitas ¡! Decía.

En el hospital Luís Miguel al ver entrar al padre solo, para el no era extraño, por lo que le dijo:

Papá otra vez, que poco duráis juntos y para no entrar en sus asuntos, se limitó a explicar la situación del abuelo.

No tenía importancia por lo que, no le pusieron medicación.

Ya en el coche los despidió con un “Portaros bien por favor” y dirigiéndose al anciano, le dijo “luego voy a verte abuelo”

El pobre anciano se dio cuenta de la situación, pero por su estado y pensando que sería lo mejor prefirió hablar de otra cosa.

Ellos como de costumbre en esas circunstancias se limitan a no hablar ni incluso, mirarse.

El camino se hizo largo.

Una vez en la casa, nada más entrar, las mujeres notaron algo en el comportamiento de ambos, Juan se fue al "tajo"

El hermano hizo lo propio.

Ellas aunque acostumbradas no salían del asombro, pero tenían que fingir por el suegro.

Antonio el anciano lo notó pero mirándolas, ironizando quiso quitarle importancia comentando:

El viaje que me han dado, no se han hablado en todo el camino. Era patético, agregando:

Lo mal que se llevan desde pequeños.

“menos mal que a los demás, no nos gusta el fútbol”.

“Ni el dinero” apuntó Encarna, para al final terminar riendo los tres.

La casa de Juan esta junto a la de su padre que es un cortijo grande y reformado, pero conservando la fachada, con unas rejas grandes y antiguas forjadas a mano, unas tejas verdes muy antiguas, lo hace especial, es muy vistoso incluso desde lejos.

Desde la carretera va un camino subiendo una pequeña cuesta, muy cerca de la casa hay un llano redondo con el suelo de piedras, que en su tiempo era donde se trillaba el grano hoy forma parte de la decoración, por que incluso han traído algunos enseres y un carro que barnizan y cuidan como si estuviera en uso, junto ala trilla queda un lugar muy bonito para el recuerdo.

La entrada tiene un portón grandísimo con la parte alta redonda y clavos negros muy grandes , el suelo de piedras conservada para la caballería un gran almacén que usan para guardar, los apeos de labranza, tractores, coches, con varias puertas una da a un patio interior con una piscina, césped y una barra de bar, otra de las puertas da a un establo en desuso.

Es tradición en romería hacer una carroza tirada con un tractor, antes era los bueyes, se adorna con hojas de palmeras y telas de colores, macetas con flores y plantas, dejando un sitio para los alimentos y la bebida, ese día es para divertirse.

Pepe vive muy cerca a la de Juan, su casa también da a la carretera, pero tiene un corto camino interior que las une.

Habían quedado para almorzar, Encarna y María hacían la comida en la casa del suegro, comían los cinco y Pablo el mayor de los hermanos vendría con la mujer a la hora del café.

Por teléfono comentaron el nuevo percance de los hermanos y quedaron en no hacer mención.

No habían terminado de comer cuando se presentaron Pablo y Esperanza acompañados de una bandeja de pasteles.

Vienen "Locas" dijo Pepe, (se trata de unos pasteles típicos de Málaga) son sus pasteles preferidos,

“por supuesto” le contestaron.

Son los mejores, insistía Pepe.

Después de la merienda Juan se fue con el padre a supervisar la huerta, así se distraían y el padre ya recuperado hacia ejercicio.

Pepe no estaba cómodo, el hermano mayor le llamaba la atención, como siempre por la cantidad de pasteles que estaba comiendo, por ello prefirió irse a la oficina.

Allí es otro, tiene montado un despacho decorado con parte de los muebles de la herencia de la mujer, le da apariencia y el se siente más importante, se le trata respetuosamente por lo que el, es feliz.

Pablo al contrario de los hermanos se lleva muy bien con las cuñadas, es muy cariñoso no le gusta la hipocresía siempre trabajando y últimamente muy cansado.

Pasaron unos días y los hermanos no cambiaron, iban a ver al padre, pero procuraban no coincidir, no lo podían evitar se llevaban fatal.

Desde hace tiempo tienen desavenencias por culpa del dinero.

Pepe el que más tierras tienen, le encanta echarlo en cara, incluso a sus propios hermanos hasta que un día, Juan acalorado, le dijo:

Lo que tienes no es de trabajar, fue de un “braguetazo”.

Te casaste con la vecina porque tenía muchas tierras lindando con las nuestras y no teniendo bastante. En la herencia de papá te aprovechaste de la circunstancia. Conseguiste las más próximas a las de Encarna que a la vez son las de más valor y por si fuera poco te aprovechaste de Pablo se las pagaste a mucho menos de lo que valían.

Juan siguió sacando trapos sucios del hermano, también le dijo:

Tu hijo aprovechando que está en la política, y ayudado por la influencia, las recalificó y pasaron de cultivo a urbanas por supuesto que el valor no era el mismo y solo las tierras tuyas de varias fincas

Pepe dolido y acalorado le dijo.

Gracias a mi hijo el tuyo “es alguien” esta bien situado le ayudó a entrar en el comité de empresa, a subir de categoría, además viajó a muchas capitales de España y al extranjero por el cargo que tenia y todo eso ¿Por qué y gracias a quien?

Agregando: Le aconsejó cuando era el momento clave para el despido y sacarle millones a la empresa, le ayudó a montar la suya propia.

Y para intentar hacerle mas daño le dijo: La mayoría del trabajo que tiene es por recomendaciones de mi hijo, por ser el primo de mi hijo ¿y la nave Por que tiene la nave? “y lo que callo” porque todo es gracias al primo. “que no se te olvide”

Para terminar la conversación y humillarlo, le nombró “la torre de Babel".

Juan se ofendió. Asta el punto de levantar la mano en señal de amenaza al propio hermano.

Pepe le hizo un gesto de burla para hacerle mas daño porque el nombre de "la torre de babel" es un apodo en el pueblo a la empresa.

los empleados son de varias nacionalidades, portugués, brasileño, marroquí, de los países del este, etc., etc.

A veces manda al padre para controlarlos, sobre todo va para darle otra imagen a la empresa, ya que los trabajos son de contactos de cuando estaba en el sindicato, otros se lo dan porque es bueno ayudar a un familiar de una persona importante y otros los que le proporciona el propio primo.

Eso fue motivo suficiente para terminar diciéndose barbaridades, ellos tienen muchas disputas a cuenta de lo que se dicen tanto uno como el otro para hacerse daño.

Entre ellos hay poca diferencia de edad, pocos estudios, en su tiempo no estudiaron, esto mezclado con mucha ignorancia, hace mala unión con “el dinero” principal motivo de la discordia por lo que, cada vez que tienen la oportunidad se lanzan dardos ”envenenados” el fútbol es sobre todo, es el detonante y pretexto para desahogarse, a veces llegan a "ofenderse" y eso los llevan a estar largas temporadas sin hablase.

Pablo no tiene bastante con el trabajo y la mala salud, además tiene que aguantar a los hermanos de incluso insultarse y todo según les dice por "el puto dinero"

De siempre es el, el que pone paz en los conflictos, eso sí, con la ayuda de las mujeres que están de acuerdo en todo. Están tan unidos y se llevan tan bien, que tienen por costumbre merendar casi todos los días en la casa del padre y rara vez sale la conversación de los hermanos.

Ellos hablan de los hijos, de proyectos para pasarlo bien, sobre todo los domingos que habitualmente comen juntos.

Pablo por ser el mayor, siempre les dio buenos consejos a ellas que están muy agradecidas y así se lo demuestran, con respeto y cariño.

El les aconsejó para que los niños estudiaran en un famoso colegio de la provincia, en Campillo, donde van los malos estudiantes, allí los hacen buenos “cuesta dinero pero al final terminan haciendo carrera” así lo comentan.

Ahora sus nietos estudian en el extranjero.

Ellas por su parte cuando Pablo tiene problemas, no tiene que decirlo, el pobre cuanto más fiesta sea más trabajo tiene

El dice: “Para que la gente se divierta alguien tiene que trabajar” y eso me a tocado a mi.

Hace unos años sufrió una enfermedad y ellas le ayudaron mucho, económicamente y moralmente, allí estuvieron en el hospital como si de sus maridos se tratara.

A veces cuando el no está, hacen planes para llegar a un acuerdo con las tierras y darle una parte, para que se jubile y descanse.

Los maridos se oponen hasta el punto de tener palabras fuertes por el egoísmo, las propias mujeres dicen: por culpa del egoísmo “no dan más de si”.

De joven Pablo estuvo trabajando fuera del pueblo en la costa Brava y Baleares, el no quería el campo.

Cuando vino, con los ahorros, compro una nave para montar un catering, la adaptó y el presupuesto no llegaba para comprar las maquinarias.

El padre para ayudarle vendió una finquita que tenía en otro pueblo cerca, que además del problema de la distancia tenían pocos beneficios por los robos, de noche se llevaban los frutos. Con ese dinero le ayudó algo en el negocio.

Pablo pensó que con el tiempo se lo devolvería pero cada día le exigían más y cosas más adaptadas a las normativas, por lo que no terminaba de ponerlo en marcha.

Este es uno de los motivos de las diferencias de los hermanos, junto al egoísmo por el dinero.

El padre para intentar hacer justicia repartió la herencia.

Eso fue la mayor equivocación porque los hermanos se aprovecharon de la nobleza de Pablo y la necesidad.

A Pepe, la mujer le tiene que elegir la ropa y gracias a ese detalle, se siente mejor por que el no tiene buen gusto, además es poco agraciado, pero si le sobran aires de grandeza.

Un día estando merendando estaban preocupadas por Pablo el se recuperaba de una de sus crisis, además tenía problemas de dinero. llegó Beatriz, hija de Encarna y Pepe. hablaron con ella y pensaron que por trabajar en el hospital podría conseguir que un especialista lo viera, ella les contestó que tenía un amigo y compañero de hospital que es buen especialista y hablaría con el.

Una vez que consiguieron hora para la consulta, hablaron con Pablo e hicieron un complot para que Pablo creyera que las visitas a la consulta no se las cobraba “por la amistad”

En realidad la pagarían entre ellas para ello, se pusieron de acuerdo para no levantar sospecha.

Pasado un tiempo e ignorándolo Pablo, en agradecimiento siempre que iba a la consulta le llevaba un buen regalo, hasta el punto que una vez que celebró una fiesta en su chalet, le regaló el catering y la tarta con muchas filigranas de azúcar y chocolate.

Todo por que según este se porta muy bien, le hacía muchas pruebas y “sin cobrarle”.

Va casi todos los meses a su consulta particular, le hace ecografías y más pruebas.

Algunas se las hace en el hospital.

Pablo dice:

Lo que mas agradezco es, que nunca, tengo que ponerme en “listas de espera” e incluso en el propio hospital me hicieron una “cardio-versión”.

Para intentar quitarme la arritmia según me dijo el propio medico.

No lo consiguieron porque, según el propio médico, llevaba mucho tiempo con la dolencia, por lo que “ya es crónico”

Antonio siempre confió en ellas, nunca les fallaron al contrario un día les dijeron que tenían un plan se lo expusieron al anciano y terminó llorando de alegría al saber que ellas, en ese tema no están de acuerdo con sus propios maridos.

Se trataba de un viaje.

Contaban detalles que les pasan tanto a María como a Encarna. Un día bromeando.

María contó:

Cuando Pablo trabajaba en Mallorca, nos invitó, fue la única vez que estuvimos de vacaciones y nos tuvimos que venir “antes de tiempo.”

Para continuar contando:

Nos sentamos en una terraza, en primera línea de la playa pedimos dos refrescos, después de una hora sentados bajo una sombrilla, viendo a la gente de pasear, decidió almorzar, la comida estupenda pero cuando le dijeron la cuenta, el camarero tuvo que repetírselo “tres veces”, si, en tres ocasiones.

El no conforme le preguntaba, cuanto valía cada cosa.

Se lamentaba por que, para más irritación temíamos el almuerzo incluido en el hospedaje del hotel.

Después de un espectáculo bochornoso no dio su brazo a torcer y cumplió su amenaza. Como el decía “se terminaron las vacaciones” nos fuimos al hotel y regresamos a Málaga.

Ella lo contaba riendo, pero en aquel momento, decía:

Pasé la vergüenza mas grande de mi vida, le dije de no viajar mas con el.

La de Pepe tres cuarto de lo mismo contaba cosas similares porque para el dinero son miserables. Hasta el extremo, que la única vez que salió de Málaga fue a Jaca en el pirineo para hacer el servicio militar.

El padre de ellos decía entre carcajadas.

“no sé a quien habrán salido”, así pasaban muchas tardes merendando, contando cosas de la familia, de los hijos, siempre riendo y haciendo planes para los domingos.

A consecuencia del trabajo a veces no esta Pablo en las fiestas familiares, cuando lo hacia era siempre tarde pero eso no impedía para que llevara comida y sobre todo los postres hechos por el.

Por ese motivo, cuando el padre estaba en el hospital, insistía tanto, hasta que supo que el negocio estaba atendido, no se quedó conforme.

Una tarde Encarna y María en una de esas meriendas fraternales ensayaron un plan para jubilar a Pablo.

Decían que estaba muy maltratado por la vida, era el mayor, siempre estuvo trabajando y últimamente incluso enfermo, Su negocio es muy sacrificado, además las cuentas no salen por mas que lo intentan.

Cuando se hablaba de ese tema, el decía que para jubilarse tendrían que irse unos días de vacaciones, para comprobar, que sin ellos seguía funcionando el catering.

El mayor deseo de Francisco el hijo, es que vallan a las islas a visitarlos, sobre todo para descansar.

El viene todos los años de vacaciones con los hijos, a veces con los suegros también, el padre, siempre pone el pretexto del trabajo.

Una vez: Tenían los billetes de avión pero no lo consiguieron.

Con esas meriendas, iban renovando la ilusión, algunas veces estando Esperanza, que parecía negativa.

Hasta comprobar que en realidad eran los problemas del negocio, pero se notaba las ganas que tenían de estar con los nietos.

Esperanza cuando se hablaba de ese tema, siempre recordaba el acento que tenían al hablar y terminaba melancólica de la emoción.

Encarna para animarlos, les decía:

Lo podéis hacer, y dirigiéndose a Pablo le decía:

Otras veces as estado sin ir al trabajo

Hazte a la idea que está en el hospital

¡! Perdóname Pablo ¡!

Cada vez sacaban el tema con más frecuencia.

Cuando estaban Antonio, Encarna y María los planes eran de poner el dinero, ellas.

El abuelo disfrutaba. Y cada día era más real.

Pepe, normalmente está en la oficina situada en uno de los mejores sitios del pueblo, allí vienen compradores de Murcia y Valencia, tiene limones, naranjas que exporta en cantidades considerables, además de aguacates y palmeras, es frecuente verlo en los bares, le encanta que lo adulen, sobre todo que le digan que han visto al hijo en televisión

Por fin una tarde consiguieron que Pablo decidiera ir a Canarias, llamaron a Francisco, a las hijas y aprovechando que pasaron unas fiestas y venían días de tranquilidad en el trabajo.

Avisaron a Pepe y a Juan, que estaba trabajando para comentárselo

Pepe vino para felicitarlo primero y reprocharle después como siempre, para decirle “y tenías dinero” la propia mujer le recriminaba porque empezó a amargar la fiesta, su mezquindad y ridiculez lo hacía diferente.

La mujer le dijo:

Para la gente de la calle eres espléndido y servicial no te faltan detalles.

El lo sabia, fue motivo suficiente para irse refunfuñando.

Después de aquello, Pablo intentó poner la excusa de los controles de anti-coagulación de la sangre para no ir de viaje y evitar aquellos encontronazos con el hermano.

Las cuñadas llamaron a Francisco, ya estaba todo preparado.

Francisco una vez informado comentó:

Tengo amistad con un vecino cardiólogo “de lo mejor” de las islas, a veces le comento lo de mi padre y el me dice que quiere hacerle una revisión para contrastar con los colegas de la península, para ello tiene que traer su historial medico.

Por momento crecía la ilusión de todos.

El anciano para animarlos les decía: La próxima vez iré yo también con vosotros.

Y con el pretexto de traer encargos le dieron las cuñadas dinero, porque según ellas eran cosas específicas.

Así pasaron los días y llegó la partida.

En el aeropuerto estaban todos para despedirlos, la alegría era mayúscula.

Los nervios, las lágrimas, estaban a punto de conocer la tierra de sus nietos, la casa de su hijo, el hotel donde trabaja.

El viaje fue muy tranquilo.

Cuando llegaron, allí estaban Francisco, Lourdes la mujer y los dos nietos Nacho y Nadia.

¿Qué tal el viaje Papá?

Le respondió la madre:

Anoche no pudo dormir, así que, el sueño ha podido con el y no se ha enterado de nada.

¡! de nada ¡! Lo que pasa es que, cuando se empinó el “bicho ese” me entró un “canguelo” por todo el cuerpo, dijo Pablo.

Y agregó:

Cuando abrí los ojos solo veía agua, y de vez en cuando lo abría, pero solo había “Mas agua” por eso me hice el dormido.

Todos reían.

Después de los besos y abrazos, se fueron al hotel el hijo llamó a los tíos, ellos esperaban reunidos en la casa del abuelo.

Pablo hizo lo propio con sus hijas, al preguntar por el trabajo interrumpió Francisco:

Papá no tienes que preocuparte por el negocio, lo que tienes que hacer es disfrutar, que es a lo que as venido además sabe Dios cuando será la próxima vez.

Disfruta le repetía.

Tomaron un refresco y se fueron a la casa, un precioso chalet junto al hotel.

Al llegar comento Pablo un burro negro en la puerta, en realidad era un perro de la raza Dogo.

Se ducharon, dejaron el equipaje y descansaron un poco.

Por la impaciencia del padre se fueron al hotel.

La misma prisa para ir a ver a los consuegros, tenía dos semanas, pero parecía que quería hacerlo todo el mismo día

Parece un niño estrenando zapatos nuevos, decía la mujer.

Por la noche llamó a todos para contar “nervioso” lo que habían disfrutado con los nietos.

Al día siguiente, después de la visita al cardiólogo, quedaron mucho más tranquilos, por el ánimo que les dio, además de encontrarlo muy bien.

El tratamiento “el mejor” dijo el médico y le dio una carta para el de Málaga

A la hora de despedirse, dándole la mano pero mirando al hijo le dijo el médico sonriendo:

Para que el tratamiento sea el perfecto yo le mandaría mas… “Viajes y excursiones”. Añadiendo:

Eso sí tiene que descansar.

Al salir de la clínica Pablo asombrado comentó:

Esas pruebas tan completas no me las habían hecho nunca “Radioactividad”

Según el médico, trata de una prueba mas para pasarte por un escáner y saber si el tratamiento es el correcto, le comentó el hijo

Por ultimo le dijo:

Papá el se ha informado y sabe que estás en buenas manos, pero por la amistad que tenemos, el quería hacerlo.

Pasaron los mejores días de sus vidas. Cuando quisieron acordar estaban llorando en el aeropuerto de Los Rodeos, despidiéndose de la familia.

Una vez en Málaga, solo tenían ganas de volver.

Lo primero, era el equipaje para después contarles a los que esperaban, los dos matrimonios y el padre, de lo bien que lo pasaron.

“No lo vais a creer” repetían sin parar.

Pablo por un lado y en un coche y Esperanza en otro contaban nerviosos las vivencias, decidieron ir cada uno en un coche a la casa del padre, donde esperaba la comida preparada.

En el camino contaban y no, dejaban de preguntar a los demás, todo era ilusión y alegría, de lo bien que están el hijo Lourdes y los nietos.

Por petición de Pablo, se desviaron para ir a la fábrica para ver a las hijas.

El trabajo estaba muy adelantado, por lo que pronto se fuero, en realidad les tenían preparado una gran fiesta.

Apenas comieron.

Aquello parecía un show.

Les empezó contando El segundo día, con el dinero que llevaba, Francisco me hizo una tarjeta, para no tener que llevar dinero y apenas la usé solo para los regalos.

Los demás no parpadeaban.

Los niños impacientes interrumpieron, para pedir lo que les habían traído.

Un aplauso y gritos fue lo ultimo que se escuchó de los mas pequeños. Ninguno se quedó sin regalo.

Esperanza decía:

Todos son escogidos por los primos.

Tenían hasta los que no estaban en Málaga, cada caja tenia un nombre.

Una vez repartidos, los niños se fueron, el siguió contando impaciente, a los mayores las peripecias vividas.

A Francisco, le dan un premio de vez en cuando, por recomendar a los clientes, una compañía de cruceros.

Se trata de un viaje, pero normalmente ellos no van, así que esa vez nos dijo, de aprovecharlo nosotros.

¿Un crucero? Preguntaron.

Si y empezó contando:

Se trata de un crucero “conocer todas las islas” de una compañía naviera (Frod-Olsey) salió del puerto de Santa Cruz y va recorriendo todas las islas.

La primera el puerto de La Palma allí estuvimos en el Parque Nacional de La Caldera, visitamos el castillo de Santa Catalina.

De allí a Hierro “al puerto de la Estaca”.

El Julan con unos monumentos de piedras “Tagoror” son una especies de monumentos de piedra, el lo contaba con muchos detalles.

Esperanza de vez en cuando le daba apuntes, para la sorpresa de los demás.

El padre interrumpió:

Pablo, deja a Esperanza que cuente algo.

La mujer empezó a contar:

Estuvimos en una isla y fuimos al “faro”, allí nos pusieron unos pescaitos fritos “buenísimos”.

A Esperanza, se te olvida, lo mejor interrumpió el marido, las “Lapas” a la plancha ¿como estaban Esperanza?

El juntando las cinco yemas de los dedos y llevándosela a la boca dijo:

“bocado di Cardinale”

A mi eso no me gustó tanto dijo ella.

Eso fue en Fuerteventura aseguraba Pablo

Para después agregar:

Si “en la playa de Jandía”

Deja al experto (ostias) interrumpió Pepe

Todos lo miraron pensando que soltaría una de sus “paridas” fue suficiente.

Pablo continuó:

En la Gomera estuvimos en el Parque Nacional Garajonay

Pablo…Pablo. Interrumpió ella cuéntalo bien que están las playas del ingles y las otras

El aprovechando que Pepe y Juan estaban haciendo un gesto y señalándolo dijo.

La del ingles, la de Mas paloma, la de San Agustín, la de las canteras, las de Mogán, El Oasis y el puerto de la luz también vimos la catedral.

Pepe se dio la vuelta y soplando dijo:

Coño con el “paleto”

Esperanza le dijo:

Hijo descansa

Si, pero dame tiempo para hacer el café dijo María al levantarse.

Pepe por lo glotón o por que había olido una de las cajas dijo: ¿Cómo dijiste que se llaman los pastelillos?

¡! Bienmesabe ¡! dijo Esperanza y fue a la cocina para traer una caja.

Cuando llegó dijo:

Ahora me toca a mi y sonriendo abrió la caja

Están hechos con: Almendras, miel, fruta, huevos, ron y mas cosas.

¡! Están buenísimos ¡!

Todos miraron a Pepe.

El ya lo estaba comiendo. Con la boca llena, pero en la cara tenía una expresión que hizo que fueran todos a la caja

Si lo dice Pepe no hay mas que hablar.

Cuando lo probaron, todos estaban de acuerdo.

“Niño” sigue contando, dijo el anciano.

Y Esperanza agregó:

Cuéntales también lo de los pollos dijo sonriendo y le preguntó ¿cómo se llama aquello?

Por lo visto tu nuera ya te ha contado algo le dijo Pablo

El, para hacer un alarde de la memoria.

Pero lo que no sabia, era las señas que se hacían y la complicidad que había, porque todos disfrutaban escuchándolo.

Este dijo con mucha certeza:

El parque de Timanfaya, y agregó el volcán activo. Allí asan a los pollos en el suelo del volcán sale calor, eso en Lanzarote bueno y las playas son estupendas.

Esperanza, para aclarar el porqué, de los conocimientos del marido, puntualizó.

Lo mejor de todo, fue cuando terminamos el crucero y llegamos, a los dos día otra sorpresa.

Otro crucero gratis, le regalaron a francisco, esta vez fue Transmediterránea la compañía naviera.

Pablo comentó:

Francisco decía que eran regalos por los clientes que les manda, pero yo sospecho que eran regalo que nos hacían ellos.

La verdad es que lo pasamos de maravilla, decía Pablo con la mirada perdida. Posiblemente en los recuerdos.

Ahora me lamento el no llevar cámara para que vierais las preciosidades que hay allí, con razón las llaman islas “afortunadas” y en el segundo viaje fue mejor porque los recuerdos eran tan frescos que se disfrutaba mucho más.

Quizás dentro de poco no me acuerde de tantos nombres pero de lo que estoy seguro, es que esos momentos no se pueden olvidar.

“Cojones” me vais a hacer de llorar, dijo el abuelo, respirando fuerte con la nariz y aguantando las lagrimas, Las nueras no podían evitarlo tenían los ojos enrojecidos y las lagrimas brotaban, lagrimas de felicidad.

María dijo:

Todo precioso, todo buenísimo, abuelo el próximo ya sabe va usted.

Yo no estoy para esos trotes.

Pasaron la tarde pero quedaron para el día siguiente porque Pablo aunque contento se le notaba el cansancio.

Antes de irse les entregó los regalos primero al padre, un equipo de música, a los hermanos dos cajas iguales, radios para el coche y por ultimo a las mujeres, una caja con un set de belleza y un frasco de colonia “la mejor” francesa decía orgulloso.

Al día siguiente desayunaron juntos, los tres matrimonios y el abuelo.

Encarna y María no podían ocultar la satisfacción por lo bien que les salió el viaje.

Oye Pablo ayer de Tenerife no contestes nada.

Las playas las mejores, la de los cristianos, la de las América, las canteras, las cañadas, candelaria con las estatuas de los Menceyes, las lagunas con su catedral, la Orotava.

No es porque estén allí pero para mi la isla mas bonita, con el Tedie que tiene unas rocas grandísimas que se apoyan por una parte, la mas fina, como embudos les llaman, “rocas eruptivas” el parque nacional del Tedie y el valle de la Orotava.

Esperanza decía orgullosa:

Los guías en Tenerife eran mis nietos, Nacho tiene veintiún años y Nadia diecinueve.

Todos estaban tan felices y contentos, empezaron a hacer planes para ir pronto los tres matrimonios y el abuelo.

Estaban tan a gusto, el abuelo miraba a los demás con cara de alegría y gesto de orgullo, de vez en cuando le cogía la mano a una de las nueras y le decía

Gracias porque en realidad el viaje los organizasteis vosotras.

Para después hacer lo mismo a la otra.

Estaban tan a gusto, que no percibieron que Pepe y Juan estaban en otra habitación discutiendo, al levantar la voz fue cuando se dieron cuenta.

Empezaron con el Madrid y Barcelona para pasar como siempre a los insultos.

Parece mentira dijo Pablo.

Todos movían la cabeza de izquierda a derecha en señal de desesperación alguno con suspiro incluido.

Aquello no cambiaba, estaban acostumbrados a esas broncas entre los hermanos.

Pepe alterado por la discusión miró al hermano mayor y le dijo:

“cojones” con el paleto, lo que sabe el listillo.

Los demás lo miraron con ojos despavoridos, porque, no esperaban esa reacción.

La mujer poniéndose el índice en los labios le dijo:

Por favor y repitió, invitándolo a callar.

Antonio, el anciano con voz de cansancio interrumpió:

Con los bofetones que os di y no sirvieron de nada, indignado les dijo:

con lo mayores que sois no se puede creer.

María y Encarna tenían las miradas clavadas en los ojos de los maridos con esa mirada amenazante y de desesperación.

Sentían vergüenza pero vergüenza ajena por las veces que pasaron por ese trance.

Encarna le dijo al marido, con el espectáculo que distes en la cafetería cuando fuimos a ver a tu padre, tu decías

“que vergüenza”

“como está la vida”

“no hay respeto” eso decías una y otra vez.

Con lo que protestas cuando ves algo en la televisión.

sin embargo no te das cuenta le decía

María le hacia un gesto al marido como confirmando lo que decía Encarna y hacía suyas las palabras.

El anciano indignado con lagrimas en los ojos y levantando la voz dijo:

Está vito que lo vuestro no tiene arreglo.

Los dos hermanos se fueron, a un lugar especial y no precisamente a reflexionar.

En el camino. Pepe protestando le refirió a Juan:

“su niño favorito”

Siempre fue su predilecto y agregó:

Siempre está igual, no tiene una “peseta” el siempre está “tieso”.

Pero ¿de donde sacó para el viaje?

Porque, ¿eso tiene que costar un pico?

Extrañado y levantando los brazos decía:

“solo el equipo de papá ¿cuánto le habrá costado?

Ellos no iban al trabajo se dirigían a la huerta.

Diciéndole al hermano:

Los regalos son para ganárselos a todos.

Y lo “falso” que es los estuches de pinturas, las colonias de las mujeres no son tan buenas “francesa les dijo el paleto”

Y para rematarlo a nosotros para dárselas de moderno dice que la radio tiene DVD. Y otras cosas más.

Juan ni le daba ni le quitaba la razón como si estuviera de acuerdo con el hermano, con esa actitud en realidad estaba consiguiendo su propósito, porque con ese pretexto se retiraban de la casa para seguir la discusión que quedó a medias y eran acusaciones graves.

Una vez debajo del “Nogal” elegido como sitio favorito para todas las reuniones familiares, los mejore momentos se pasan allí, el sitio invita a la tranquilidad es un árbol especial, gigantesco.

Con una mesa grande con bancos alrededor y varias mesas mas pequeñas y asientos, además una gran barbacoa hecha de piedras, otro sitio especial con unas estribes para guisar las paellas.

Allí tenían recuerdos desde la infancia.

Una vez acoplados se miraron desafiantes esperando quien empezaría.

Juan cambiando la expresión le dijo al hermano:

Te voy a decir lo que tanto tiempo llevo aguantando y ya no puedo más. “os ponéis muy bien delante de la gente” pero no tenéis vergüenza.

¿Cuándo le va a pagar lo que le debe tu hijo a Juanma?

Porque tiene mucha palabrería, eso es lo que tiene y no paga ni “quemao”.

El hermano intentó hablar pero el lo impidió.

Lo “formalito” que sale en la televisión, si la gente supiera lo malo que es pagando, no estaría donde está.

Mira, mira, hasta ahí podías llegar.

Que tu hijo lo que tiene es “gracias” a José, le dijo Pepe.

Y agregó:

De no ser, por Jose estaría muerto de hambre, “que no se te olvide” que el, lo metió en el comité.

Siempre dio la cara por el, gracias a el viajó tanto y vivía como un Maharajá.

Pepe para hacerle daño como de costumbre le dijo:

Mira Juan, que tu hijo y los que estaban con “tu hijo”

lo hicieron tan mal, que la fábrica fue al “garete”.

Y agregó:

Si por la mala gestión

Por momento iban subiendo el “tono”.

Para llegar (como de costumbre) a los insultos.

Juan gritando le dijo:

Los miles de trabajadores fueron al garete porque hicieron “trapicheos” y le vendieron la fabrica a un extranjero.

Que para mas señas estaba tieso como la varilla de un cohete y encima le dieron diez mil millones de pesetas y sin intereses y todo por mantener unos votos.

Y como todo queda entre “ellos” poco después, otros diez mil millones y más votos-

Al final ni puestos de trabajo ni dinero y ¿quien paga los platos rotos como siempre?.

Eso es como lo de Ruiz Mateo.

“Mira” “Mira”. Cortó el hermano y le dijo:

Que si vamos a hablar de sinvergüenzas

¿Qué pasó con la cooperativa que hizo el sindicato?

¿qué pasó con los dineros de las casas que le dieron los trabajadores a los de los sindicatos?

No te metas en camisas de once varas.

Que se trata, de que tu hijo le pague al mío lo que le hizo en el chalet de la costa.

Que mucho presumir de chalet y el lo necesita para pagarle a los “trabajadores”.

Pepe con burla, dolido, y con “la mala uva”. La que suele tener en esas circunstancias, sobre todo con el hermanos, le contestó:

Si, a los de la “torre de babel”.

Mientras, en la casa estaban todos felices escuchando a Pablo y Esperanza, que seguían contando historias, de su estancia en Canarias.

Encarna de vez en cuando miraba por la ventana como esperando a su marido o al cuñado.

En realidad no quería que vinieran.

Por que con la presencia de ellos podría acabar con la tranquilidad.

Pablo ajeno a lo que pasaba fuera, contaba que en Las Palmas junto ala zona del puerto en el parque de Santa Catalina había una oficina de turismo.

Allí nos dieron información completa de los lugares mas bonitos de las islas, “tengo guardados los folletos que nos dieron con fotos”.

Dijo:

La gente “Campeona” con ese acento tan peculiar.

A nosotros nos encanta interrumpió Esperanza, Nacho y Nadia nos enseñaron toda la isla.

El primer día, después de servirnos una salsa, nos tuvieron que traer otra, pero sin pique, Lourdes muy atenta, llamó al maître y además del cambio, cuando terminó Pablo de comer, lo llevaron a la cocina, le pusieron una bata y el jefe le enseñó personalmente, como se hace y le dio la receta “cuando la proveéis os va a encantar.

Encarna y María estaban escuchando e hicieron entre ellas un comentario y le preguntó María a Pablo:

Mucha comida y mucho viaje y las pastillas ¿Qué? ¿No se te olvidaron? con tanto trajín.

Este sonreía a lo que le contestó:

Eso no se puede olvidar, la pena fue, no poder montarme en los dromedarios.

Ni hacer cosas, ¡! Bueno la lastima es no tener unos años menos eh!

Y de bromas dijo:

Una caja de tranquilizantes eh gastado. De vez en cuando, “me daban unas taquicardia” pero de alegría.

Me ponía como una moto.

Tenemos que ahorrar para irnos todos” comentó María.

Ellas se miraban y con la sonrisa y los gestos se dijeron:

Tenemos que hacerlo.

Estaban en la cocina preparando la comida.

Encarna dijo:

¿Ahorrar qué? Miró a María y como siempre se dijeron algo con la mirada.

El pensamiento de las dos estaba en otro sitio, en beneficio de la felicidad.

María miró por la ventana y dijo:

¿Donde estarán estos dos?

A lo que la cuñada contestó apresurada:

Déjalos estarán en el nogal como siempre. Y continuó, antes salí ala puerta y estaban discutiendo.

“Con las broncas se les va la mala leche”. Comentó el anciano agregando: Y que manía con el “puto” dinero y la envidia.

Continuó diciendo:

Si pudiera les quitaba las tierras, a lo mejor se le quitaban todas las tonterías.

Las dos cuñadas se miraron y sonrieron, dándole la razón o como si estuvieran tramando algo al respecto.

Se entendían con la mirada.

El anciano mirando a Pablo comentó:

Vamos a ver a los dos perlas.

Salieron de la casa en dirección al nogal.

Al verlos comentó:

Allí están los dos capullos, si pudiera les daba una paliza, una buena paliza.

A lo lejos se veía a los dos hijos moviendo los brazos.

Según se acercaban se oía mas fuerte las voces.

Con más de sesenta años y la bronca que se están dando, decía el padre.

Eh, Eh, gritó el anciano.

Los hijos dejaron de gritar al oír al padre pero tuvo tiempo de decirle en voz baja Pepe al hermano:

Esto no queda así.

A lo que le contestó el hermano:

Mañana te voy a refrescar la memoria con lo del “bragetazo”.

Pepe fue a echar el cuerpo adelante como desafiándolo, Juan puso las dos manos delante y levantando la barbilla señaló en la dirección del padre y con la mirada amenazante quedaron allí para terminar la discusión.

El padre les dijo:

“Me voy a ir al otro barrio y no voy a conseguir veros de reír, ni de abrazaros.

La “puta” manía de llevaros mal. La puta manía del dinero Para agregar:

Ya está bien. ¿Cuando me vais a dar el gustazo de veros felices, sobre todo tú mirando a Pepe.

Este le contestó:

La tenéis tomada conmigo todos.

¿Porqué, porque tengo mas?

Levantando la voz, el mayor de los hermanos dijo:

Mas qué, ¿Mas poca-vergüenza?.

Aquello estaba yendo a mas, por lo que el padre cortó con un “Tengamos la fiesta en paz” con un tono de conclusión.

Y se fueron todos a la casa.

Las mujeres esperaban para saber que pasaba, pero al llegar Pablo, con una expresión de cansancio se sobresaltaron.

El le dijo a Esperanza, vámonos.

Ella se levantó pero el anciano poniéndole la mano en el hombro a Pablo y mirando a Esperanza le dijo:
Por favor vamos a comer tranquilos.

Poco a poco se fue olvidando el percance protagonizado por los dos hermanos y se pasó a la tranquilidad.

Pasado un rato, dijeron de irse, el primero fue Pepe, que no se acercó al padre para besarlo, tenía esa mala costumbre, Antonio, al despedirse de la nuera le dijo:

Gracias, Encarna, besándola repetidamente.

Pablo un poco cansado dijo de irse, besó primero al padre y después a todos los demás.

Antonio al despedirse de la nuera le dijo:

Gracias, gracias Esperanza y al igual que a la otra nuera, la besaba

María como vive tan cerca seguía sentada, el marido estaba un poco incomodo, por lo que estaba preparándose para irse a su casa.

En ese momento sonó el claxon de un coche.

Luís Miguel dijo María, no se equivocó allí estaba con Margarita y Paola la hija de ambos.

El médico, le estaba preguntando al tío por la salud, Pablo fue al coche y le trajo un sobre, el que le dio el cardiólogo de Canarias.

El sobrino cogió la carta y con alegría comentó.

“estupendo” se que estas muy bien, este hombre me llamó, estuve hablando con el y me dijo, que traías una carta para tu médico del hospital.

En realidad el que me llamó fue Francisco que me comentó vuestra aventuras en “todas” las islas ¿ya nos lo contarás?

Juan le dijo:

Desde que vino, no para de contar

Pablo le estaba comentando algunos detalles de lo bien que lo habían pasado, cuando interrumpió el abuelo, señalando a la casa.

¡! Vamos Luís Miguel ¡! Vamos a dentro quiero que veas mi regalo, y señalando a la casa le s decía ¡!pasad, pasad ¡!.

El nieto cuando lo vio dijo sorprendido:

¡!Jopeeeee ¡! Esto se merece una cosa que tengo en el coche, le dio las llaves a la mujer y señalando al coche le dijo:

Por favor Margarita, tráelos, para continuar:

Vaya “pedazo” de equipo, esto es mucho mejor de lo que me dijeron.

Cuando llegó la mujer con los CD.

También llegaron Pepe y Encarna, María los llamó.

Fue a meter el disco, pero al ver las cajas del padre y el tío mirando al padre y con cara de sorpresa le dijo:

Esto no va con vosotros “papá”

A lo que este le contestó:

Eso lo dices tu.

El dineral que te habrá costado ¿no tito? dijo Luís Miguel, para después dirigirse al padre:

Sois dos desagradecidos, el lo ha hecho con la mejor intención y vosotros como siempre.

¡!Como siempre ¡! dijo la madre” agregando, como siempre un espectáculo el de tu padre y tu tío.

Luís Miguel mirando al abuelo, para cambiar la conversación le dijo:

Abuelo te veo los ojos cargados.

El anciano para zanjar el tema miró al equipo y con una sonrisa forzada dijo:

“ponme el disco”

El nieto sacó el que venía encima y mientras lo ponía.

El abuelo sacó unas cintas de un mueble, que guardaba como reliquia y le dijo:

Toma ponme la de Almogí… no terminó de hablar, el disco empezó a sonar.

El nieto lo miraba enseñándole la portada, con una sonrisa.

Al ver la cara de sorpresa del anciano se hizo un silencio sepulcral.

Todos quedaron maravillados del sonido tan limpio y fuerte que salía del equipo, era la panda de verdiales de “Almogía” la misma que Antonio quería escuchar.

El pobre hombre parecía flotar en el aire, alargó las manos ala altura de los oídos y empezó a moverlas con el ritmo de la música.

Como tocando los platillos de verdiales, la comisura de los labios le llegaban “de oreja a oreja” los ojos cerrados y la mente sabe dios donde.

Luís Miguel sacando las llaves del bolsillo y señalando al coche dijo en voz baja con unos gestos, pidiendo “La cámara”, la cámara, por favor.

Feliz el abuelo seguía bailando, no podía escuchar porque no estaba allí, posiblemente estaría recordando sus tiempos de “fiestero” el nieto lo gravó y también aprovechó y gravó a los demás “todo un espectáculo”, pasaron un buen rato.

Antonio en sus tiempos pertenecía a una panda de Verdiales, tocaba el violín y la guitarra.

Esto es “demasiao” repetía el nieto.

Cuando bajó de donde estaba y comprobó que era verdad lo que escuchaba exclamó:

“Hay Luís Miguel, esto es la gloria” mirando a Pablo dijo:

“cojones” como suena el puñetero.

El nieto le mostró los demás discos, mira abuelo.

Al verlo exclamó:

“Coño” los de Comares, dijo el anciano con mucha alegría al enseñarle otro, los de los “montes”, decía.

Con voz grave y alta dijo:

“Pararme el mundo que me quiero bajar”.

Todos vivían ese momento de felicidad, no quiero más.

Antonio, decía:

Mi cervecita fresquita y el “Cacharro” este, para escuchar a los más grandes, me hago a la idea que estoy en “la Venta del Túnel”, en “las tres cruces” o en “San Cayetano” del Puerto de la Torre.

Cuando el anciano vio los nombres dijo:

Juan Gómez, Paco Maroto, el canasto, Paco Porras, el Renegáo, el Pailla, Antonio Beltrán…

Vale, vale dijo Pablo.

El padre aclamó:

Pero habéis visto ¡! Me cago en la leche ¡!

La familia se miraban.

El seguía dando, los nombres de violinistas de guitarristas, los cantaores.

Estaba loco de contento, el de joven, formó parte de una panda.

Nunca falté a una fiesta, decía con orgullo.

El nieto seguía grabando.

María, había hecho cómplice a las demás mujeres e interrumpiendo con una exclamación: “El domingo arroz”

De pronto, un murmullo, todos hablaban todos hacían planes, el anciano se frotaba las manos, estuvieron asta tarde disfrutando porque en realidad a todos les gustaba esa clase de música.

Al día siguiente, Encarna estaba muy contenta, llamó a Jose, siempre le cuelga, después el hijo llama a la madre, de esa forma no le cuesta dinero, el normalmente está en Madrid y le dijo que no podía venir, tenía la agenda llena.

Pepe se puso al teléfono y le contó el problema que tuvo con el hermano a consecuencia de el.

El hijo no pudo reprimirse y le contestó:

Papá, como si yo no tuviera bastantes problemas, te llamo para lo del viaje y es de lo que menos me hablas, papá los problemas míos los arreglo yo.

El padre le dijo:

Porque no coges el teléfono y hablas con tu primo, porque el padre me puso verde, pero yo no me callé.

Otra vez, le dijo, otra vez papá, resignado le dijo: Te prometo que lo llamo y lo arreglo, conociéndote no me queda otra.

Escuchaba de fondo a la madre de protestar y para calmarlo insistió. Quédate tranquilo que lo llamo en el momento que cuelgue.

La madre insistía:

Tu tío Juan, esta mañana le han instalado en el coche, la radio que le trajo de Canarias tu tío Pablo y tiene dos televisores y muchas cosas más.

Pepe que estaba escuchando dijo:

Y teléfono y bluetooth y navegador. Yo tengo otro igual y agregó:

Muchos nombres y “mucha mierda” todo para nada, fui a Cristóbal el mecánico y no pudo instalarlo.

Dice que tengo que ir al servicio oficial.

Le dijo el hijo:

Papá eres un caso patológico, no sabes lo que tienes. Por lo que ha llegado a mi oído es lo ultimo en tecnología si no fuese por que es un regalo, me quedaba con el.

“Bueno que disfrutéis” por nosotros el Domingo. Para después despedirse.

Jose llamó al primo, pero no para hablar del problema según el padre, sino para quedar.

Juan Manuel, contestó:

“Que pasa Jose”, llevo tiempo para hablar contigo, fue lo primero que le dijo.

Jose le dijo:

Tú sabes como estoy, no tengo tiempo, tu lo sabes, ¿qué quieres? Le preguntó.

Juan Manuel le dijo:

Me hace falta el chalet un par de semanas, tengo a “uno” en la red. Es para impresionarlo y además, estar tranquilo, por eso pensé en tu casa.

Jose le dijo:

Juanma, sabes como lo siento pero, lo tengo alquilado por diez años a unos compañeros del partido en Alemania, me hacía falta el dinero para mi “ex” llevo una mala rachilla y me salió esa buena oportunidad. Iba a venderla y no lo hice porque de esta forma no me quitan los desplazamientos, las dietas y otras cosillas. “Tu ya sabes”

Juan Manuel le dijo:

y “¿que haces con lo que ganas primo”? le preguntó.

Jose le contestó:

Tengo muchos gastos, la hipoteca, Mila y la niña, la comunidad, bueno, “las comunidades” y todos los extras.

Extrañado le preguntó el primo:

¿qué extras? Primo que te conozco ¿de que se trata?, agregando:

¡! Que eres mas peligroso ¡!

Jose bajando la voz le dijo:

Viki, se trata de Viki, un bombón, un capricho y de pronto cambió la voz, es una niña primo tiene veintitrés años, los extras son “el piso y el coche”.

¡!Que golfo ¡! tienes que estar mal, le dijo Juan Manuel. Con razón me tienes abandonado.

De eso quería hablarte también se disculpaba Jose.

No te preocupes le dijo Juan Manuel.

Es que tu padre ha tenido una buena bronca con el mío, le contestaba Jose.

No te preocupes primo, están con el tema del dinero que no viven, y de los celos de la familia, esto no es nuevo, tenemos que pasar de ellos.

Pues dile a tu padre que te he pagado y quitamos esos malos rollos le dijo Jose, para continuar:

Y tú ¿que tal con Mohamed?

El primo le contestó:

Muy bien pero, este rubio es un cielo, muy limpio, cariñoso, y además sabe estar, por eso te estaba pidiendo la casa, para estar con el tranquilos un par de semanas, añadiendo:

Primo me tiene loco “Herbert” se llama.

Jose le prometió:

Juanma te veo feliz y para ayudarte hablaré con un amigo, la casa tiene yacuzzi y piscina climatizada, me la tiene ofrecida para casos especiales, no me puede fallar, porque le preparé unos contactos buenísimos y está muy agradecido, desde entonces está montado en el dólar. Agregando:

No, no me puede fallar.

¿seguro? primo Le preguntaba, Juan Manuel

A lo que le contestó:

cuenta con ello.

Juan Manuel aprovechando la situación le dijo:

Y hablando de contactos, me tienes abandonado últimamente primo, que yo también tengo gastos extras y últimamente, a mi padre no le pido mas, porque, mi hermano esta mosqueado, y eso que tiene lo que no va a gastar, porque además de trabajar los dos en el hospital.

El pasa consulta y por las tardes en la privada y por si fuese poco, dos veces por semana, pasan los dos en su consulta particular y eso es casi todo dinero negro no saben como gastarlo, añadiendo:

Además, no tienen tiempo para gastarlo, porque están siempre trabajando.

Antes mi padre me ayudaba, el me sacó en varias ocasiones de apuros.

Cuando murió el rumano se hizo cargo de todo y mi hermano no dijo nada, pero en la segunda tragedia, con lo del “moreno” tuvimos bronca, menos mal que pudimos demostrar que la culpa era de el, que no se puso el acné.

Jose le dijo:

“cabrón” cállate que, de no ser por lo que “sabemos” estarías en la cárcel.

Y para terminar le dijo:

Bueno primo llamo a mi amigo y te pongo en contacto esta misma semana y disfruta con el “rubio”

Vales un montón le dijo, Juan-Manuel al primo, nos vemos

Y se despidieron.

Encarna llamó a su hija Beatriz que confirmó que iría el domingo con su marido y David su hijo.

También hizo lo propio con Antonio que está siempre de viaje, tiene varias empresas y normalmente tiene que visitar las provincias de Andalucía y Por si fuera poco también se mueve en el mundo inmobiliario.

La madre le contó lo que pasó, y le dijo que estaba grabado y que iba a ser un día especial, para la familia.

Antonio le contestó:

No puedo ir, sabes cuanto lo lamento le dijo el hijo.

Por su parte María hizo lo mismo porque así lo acordaron, llamó a Juan Manuel:

Lo siento mamá le contestó el hijo. No puedo faltar en una reunión importantísima, me esperan para dar unos presupuestos y me juego mi futuro.

La madre le contó lo que pasó, que estaba grabado y que iba a ser un día especial para la familia.

No puedo ir y no sabes cuanto lo lamento le dijo el hijo.

Esperanza por su parte habló con las tres hijas, por petición de las cuñadas, acordaron que ese día no tendrían que llevaran postre, pero ellas se pusieron de acuerdo para hacer uno especial, es “el rey de los postres” porque además de helado lleva merengue una vez hecho se mete en el congelador y a esperar.

El arroz unas veces sale bien y otras mejor pero ese postre nunca sobra por grande que sea y se puede hacer unos días antes.

Todos esperaban que llegara el domingo.

El abuelo escuchaba los discos, aprendió a manejar el equipo, se le quitaron las ganas de ir a la huerta, se pasaba los días escuchando.

Antonio dice:

no tengo vecinos que se molesten.

Por eso, a veces termina muy tarde.

La vida de Antonio cambió hasta el extremo de traer a algunos amigos para escuchar música, tomar cervezas y vino además, se cuentan historias, de cuando tenía la panda. De como pasaban las fiestas, las costumbres las formas de ver las “juergas”.

Las nueras dicen:

Con qué poco es feliz.

Una tarde, el anciano cuando estaba merendando con Pablo y las nueras, refiriéndose a lo feliz y contento que estaba siempre comentó:

“daría el equipo y hasta la vida por hacerles ver, que la vida no es dineros, ni tierras, a Pepe y Juan, todos cambiaron la expresión.

Con lo mayores que son y la verdad es que últimamente se llevan peor, pero no veo la forma de arreglarlo, la empresa es difícil pero no imposible, al menos así lo veo yo.

Todos contaban las horas que faltaban para el domingo, gran parte de la familia estarían juntos.

El arroz hecho con leña.

La música de Antonio.

La radio de los coches.

Las historias del viaje a Canarias, contadas por: Pablo y Esperanza.

Y sobre todo, la estrella del día la “sesión de video” del abuelo. Un día “casi completo” porque faltarían algunos como, Jose con la familia, Juan Manuel y algunos más, faltaba entregar algunos regalos.

Los hijos de Francisco aportaron las ideas, con detalles de los abuelos pero hicieron muy buena elección.

Encarna y María comentaron:

Lo que da de sí el viaje, porque no había hecho nada más que empezar y quedaban muchos momentos buenos.

En realidad lo hicieron principalmente por Pablo y estaban disfrutando todos.

No tenían palabras para Pablo es excelente repetían.

Llegó el domingo hacía un día espléndido propio de la zona, debajo del nogal se estaba de maravilla.

Desde temprano, Juan y María, estaban preparando las cosas, no hizo falta llamar al padre, estaba desayunando y escuchando su equipo.

Pepe y Encarna, llegaron un poco después.

Cuando llegó Luís Miguel, Margarita y la pequeña Paola, al besarla comentaron, ¡!que bien hueles ¡! Mamá.

María respondió:

Te das cuenta, la colonia que trajo tu tío.

Juan excitado le dijo a su hijo:

Luís Miguel, vamos al coche ¡! La radio tiene televisión ¡!

Paola cogió al padre de una mano e insistió:

El hijo le contestó: si, lo se, ya vengo preparado

Vamos papá, este, en la otra mano llevaba algunas películas, y fueron al coche del padre, Juan nervioso le enseñó la nueva radio con dos pantallas de televisión decía.

El hijo metió una película.

Juan no sabía nada, bueno encenderla y apagarla la radio.

Poco después llegaron tres coches con Pablo con la mujer y las dos hijas que trabajan con ellos, Carmen con Paco su marido y Adrián y Laura doce y diez años respectivamente, la otra hija Loli con Pedro su marido y Cristina, Luisa y Bruno doce, once y nueve años respectivamente.

Al llegar los coches se asomó Paola a la ventana del todo terreno de su abuelo gritándoles a los primos, “tiene tele”.

Tiene tele, el coche de mi abuelito tiene tele.

Los demás niños no se lo creían, fuero extrañados, después de explicarles y enseñarles las películas, los mayores se fueron al nogal.

Aquello empezaba a tomar color, María le dijo al marido:

Que me dices de la nueva radio del coche.

Que “cabezón” eres, no la querías y el trabajo que me costó convencerte para que la montaras.

El hijo para que tomara conciencia y reafirmar la razón que tenía la madre le dijo:

Papá no la querías y gracias a la radio, vas a tener aquí todos los días a mi hija, me a dicho que no quiere irse a su casa, quiere dormir en tu coche

El anciano “no cabía en la piel”, el equipo sonaba como las propias fiestas, empezó a explicar como funcionaba.

Como si Luís Miguel no lo supiera, mas motivo de alegría.

Llegó Esperanza la hija menor de Pablo y la pequeñita Esperancita de siete años que alucinó como todos.

Encarna les gritaba de alegría, era “su forma” de comportarse con los niños, ellos, apresurados para engancharse al cuello como siempre y nerviosos por que querían que viera el DVD.

Ella, dirigiéndose al marido le dijo:

Pepe “ya ves, no es tan complicada”, los niños la manejan, el regalo no pudo ser mejor, cuando se enteren tus nietos que tu tienes otra igual, pero no la tienes instalada en el coche, van a querer verla, menos mal que ellos no entienden de “tacañería” así que esta semana la instalas.

Los propios pequeños decían nerviosos tiene Mp3 y navegador.

Cada vez que un mayor intentaba tocarlo los más pequeños gritaban, no, no cambies.

Cuando regresaron al nogal, Pepe comentó las cosas que tiene el nuevo equipo del coche dijo Luís Miguel

Tito, cuando pueda, o me den “permiso” los niños, te voy a enseñar cosas que hace esa preciosidad. Son ordenadores y entre otras cosas vas a ver, tu propia casa desde el espacio y mas, con el no te perderás nunca el te habla y te guía a donde quieras que vayas.

El tío, con ironía le dijo:

Venga ya que tengo “muchos años” Luís Miguel.

El sobrino serio le dijo:

Tito por favor.

Todos se miraban extrañados, Pepe no se lo creía ni podía sospechar lo que le contaba el sobrino.

Después de explicarlo durante un tiempo, Pepe pensando en otra cosa dijo:

“Como se va a quedar el murciano” cuando la vea.

Juan comentó:

Lo que te faltaba para presumir, ya está con su paranoia.

Encarna dijo:

Los demás han notado el perfume, el no a dicho nada refiriéndose a su marido.

El contestó:

Tu sabes que yo, no entiendo de perfumes.

La ultima en llegar fue Beatriz, con su marido Juan Carlos y David el hijo también alucinó, aunque la película no iba con su edad, es un poco mayor tiene catorce años y se trataba de unos dibujos animados.

Los hombres preparaban el arroz como de costumbre, bebían y comentaban el “poder” de la radio como tenía a los niños embelesados.

El anciano comentaba la tecnología, y de como en unos años estaba cambiando todo, comentaba:

Ya no tienes que ir a regar, ni echarle abono, todo se puede hacer por ordenador decía.

De pronto y sin esperarlo apareció Jose el hijo de Pepe, venía con Milagro la mujer del segundo matrimonio y los hijos de ambos Inma de ocho años y David de siete.

Los hijos del primer matrimonio son: Carlos que estudia en Inglaterra en una escuela especializada para políticos un centro para la élite mundial de la política cuando terminan la carrera van a donde los demandan. El pequeño Diego estudia en UCLA, en California Estados Unidos, es una de las mejores universidades.

Estuvieron repartiendo besos y dijo:

¿dónde están los niños?

En el almacén contestó Pepe.

No, allí no están dijo Jose.

Todos se miraron y rieron a carcajada

¡!Si, están en mi coche, comentó Juan, con mucho orgullo.

María aclaró:

Si es que está al fondo, no lo visteis, por todo lo que hay y además, según llegáis vais aparcando detrás y por eso no se ven.

Y además estarían embelesados con las películas.

¡!que alegría ¡! Dijeron.

Jose llevó a los niños al todo terreno a ver la novedad, después de besar a todos, se fue con los mayores.

Juan se acercó al sobrino y en voz baja, fue a comentarle algo cuando Jose no lo dejó. Tito por favor hoy no. Se miraron y fue suficiente.

Era día de “arroz” de alegría porque todos los domingos no estaban reunidos.

En el almacén además del coche de Juan unos tractores y un carro antiguo que tenían para adornarlo en la romería de las fiestas, más todos los coches es grandísimo.

En temporadas ponen cajas de frutas para tenerlas a mano.

Estaban todos en el nogal y los niños en el almacén cuando de pronto se escuchó el estruendo de un cohete acompañado de carcajadas de los niños que gritaban pidiendo la presencia de los mayores.

Cuando llegaron todos, la sorpresa fue mayúscula.

Juan Manuel el hijo de Juan estaba allí. había llevado a tres payasos con las manos llenas de globos y confetis.

Después de una actuación, que dejaron boquiabiertos a pequeños y mayores. Los payasos montaron un castillo flotante y se fueron.

Los niños no querían ni comer entre el castillo y las películas solo se escuchaban risas y gritos.

Juan Manuel tan cariñoso como siempre después de los besos y saludo le dieron un aplauso en agradecimiento.

El equipo del coche, pasó a un segundo plano, Juan Manuel era el cetro de atención les dijo a la madre y la tía si se habían puesto de acuerdo para comprar el mismo perfume “Chanel nº 5” una de las mejores colonias, la sonrisa lo decía todo.

Jose dijo: Se aplazó la reunión y vine para estar con vosotros, ¿y tu Juanma?

Pude dejar el viaje para mañana contestó. Eso para rematar la buena suerte añadió María.

El abuelo no se acordaba del equipo, la felicidad lo tenía anestesiado, tuvieron que recordárselo se lo enseñó a los que no lo habían visto, e hizo un alarde de sus conocimientos de modernidad y presumir de la calidad de su música.

Las mujeres no se lo creían “que día tan bueno” ¿no es así Abuelo? le preguntaron, esto es lo mas grande decía lleno de felicidad.

No hay niños decían

Beatriz sacó varias cervezas y una sin alcohol, Carmen y Loli trajeron unos platos con tortillas rellenas, una de pimientos fritos, otra de jamón, otra con un queso especial y tomate frito todas cortadas y con un palillo pinchado encima de cada trozo.

“Especialidad” de la casa decían.

Todos comentaban, la reunión tan acertada.

El abuelo dijo:

A ver si no se estropea, esta tarde aquí no hay fútbol.

Estando reunidos, nunca regañaron, haciendo “el arroz” o Barbacoa, nunca hay problemas apostilló Encarna.

Apareció Esperanza y dijo:

Cada vez estoy mas contenta, que acierto de mi Francisco y mis nietos, echándolos de menos.

El pobre anciano se puso a hacer muecas y aguantando las lagrimas con voz entrecortada dijo:

Todos, todos sois extraordinarios, y señalando a los hijos Pepe y Juan, que estaban guisando en una conversación aparte agregó:

Si no fuese por las tonterías del fútbol y del puto, di....

Bueno, bueno, abuelo déjelo, no valla a ser que se estropee, dijo alguien

Los dos primos se fueron retirando poco a poco para hablar sobre sus cosas, Jose le estaba comentando que el amigo, dejaba la casa a primero de mes y podía estar dos meses tranquilo.

Juan Manuel, le dio un abrazo de alegría y le dijo:

Nunca me as fallado ¡! Eres el mejor ¡!

En el nogal, Milagro, preguntó por el marido, no estaba ni el, ni el primo.

Fue a buscarlo pero, la finca es grandísima por lo que dejó de buscarlo.

Lo más relevante fue que por primera vez no discutieron de fútbol los hermanos, la coincidencia quiso que cuando empezaron a hablar de los partidos, el olor a arroz invitaba a dejar la conversación.

Primero apartaron a los niños, que no querían comer por los nervios.

Por un día que no coman, no pasa nada decía el anciano. ¿Como que no?, dijo una de las nietas. Un poco tienen que comer.

Los niños no querían. Pararon la película protestando bebieron refresco y el arroz también “se lo debieron beber” por que no estuvieron mas de diez minutos sentados en la mesa.

¡! Por la noche comerán ¡! Y si no comen no les va a pasar nada decían algunos de los mayores.

Milagro estaba impaciente por que no aparecían, fue la suegra la que para quitar importancia como siempre le dijo:

No te preocupes que seguramente hayan ido a ver a los amigos del pueblo, que los ve poco.

Ella le dijo:

Como siempre que venimos, y agregó:

Siempre se pierde con el primo.

¡!Mira ¡! Mila, allí vienen le dijo el suegro, Pepe.

Un poco mas y no veis el arroz dijo otro. El arroz un diez decían las mujeres.

Milagro, preguntó:

Y cual es el secreto.

Juan Manuel contestó:

La leña, de olivo.

Otro replicó:

“el marisco” y la carne.

Juan, fue a decir algo cuando Pablo interrumpió:

El cariño “el cariño y el sitio”.

Unos se apartaban en platos otros comían en la misma paellera como era costumbre “cuchara llena y paso (pa tras)

Las mujeres se miraban, no hacia falta hablar, pero seguro que pensarían que difícil es, olvidar este “día”.

Cuando terminaron de comer se fueron a la casa, allí tenían preparado el motivo de la reunión allí estaban todos esperando.

De pronto apareció el abuelo ataviado con la ropa y que nadie sabía que tenia, pero guardaba con mucho secreto y sobre todo muchos recuerdos y sentimiento.

Era un “fiestero” con mas de noventa años, pero fiestero como se le llaman por aquellos lugares, el ritmo no lo había perdido, todos quedaron sorprendidos llamaron a los biznietos.

“Flipa” dijo David el mayor.

Hubo más espontáneos por que las tres nueras, lo acompañaron en el baile.

Después, vieron el video y disfrutaron con intensidad, quedaba mucho día por delante.

Pepe no bailo no gastó mucha energía pero fue el que recordó:

El café de pucherillo y la tarta, que me he enterado que hay.

Era la preferida por todos, merengue, con el motivo del adorno “especial” como de costumbre, se trataba de unas líneas de chocolate como un pentagrama, la clave de sol y unas notas musicales, y una “loca” para Pepe. Al verla, los primeros en aplaudir fueron los niños muy espontáneos.

Mas tranquilos Milagros le preguntó a Jose por la ausencia antes del arroz, no los vieron en un buen rato, el explicaron que estuvieron en algunos bares saludando a amigos y que quedaron para después de comer tomar café.

Milagros, le gruño, aunque ella estaba a gusto y la niña mas, se divertía como todos pero el rato que no estuvo, ella lo echó de menos.

Le dijo para que los demás la escucharan:

En Madrid por que tienes compromisos, cuando no es la televisión, es el protocolo o el congreso o… Y hoy, que tienes un día para descansar y estar con nosotras, hoy que puedes, te vas.

Milagro últimamente esta cambiando, sin darse cuenta esta cogiendo aires de grandeza, cada día habla más fino y a veces “mete la pata” o quiere pronunciar las eses y al no ser natural es motivo de algunas burlas.

Con su familia no se lleva bien últimamente, por los mismos problemas y por lo visto, les consiguió algún puesto de trabajo a algunos y se cree la protectora y lo peor es que va a más.

De soltera fue modelo, pero un vez casada, no se cuida, come sin medida además le encanta ir de recepción a grandes banquetes, para después hablar de los sitios y sobre todo con “quien estuvo”.

La madre de Jose la cogió de la mano para excusar al hijo y mirándola, le dijo:

Déjalo, los vecinos nos preguntan mucho por el, están deseando verlo.

Es lógico dijo la nuera resignada.

Encarna, agregó:

El primo y los amigos de niños, lo ven mucho pero por la tele.

Eso fue suficiente dosis de ego para ella.

En realidad habían quedado citados los dos, era parte del plan, del viaje.

Mientras Jose estaba con Concha una amiga “muy especial” de niños.

Juan Manuel estaría en otro sitio con Herbert el rubio alemán y de esa forma, nadie sospecharía.

Cuando quiso acordar Milagros, el marido y el primo no estaban, lo tenían organizado pero no creían que les podía salir tan bien y la fuga fue, en el momento oportuno.

Juan Manuel trajo a los payasos y el castillo para tener a los niños distraídos y de esa forma los mayores estarían a gusto y tranquilos, le contaba Juan Manuel a su primo en el camino.

Quedaron citados en la costa con Herbert en una cafetería, después irían a un hotel donde esperaba Concha, cada uno tenía su papel, bien organizados.

No era la primera vez, para ellos, el nuevo era el alemán, el coche lo conducía Jose.

Llegaron a la cafetería, allí estaba esperando, se montó y después de un beso efusivo, se lo presentó y partieron para el hotel, donde esperaba Concha en una habitación

Concha una amiga de niños estaba casada con Miguel un conocido del pueblo, que tuvo problemas con el alcohol y no está curado del todo.

Jose, ayuda siempre pero desde el anonimato, porque hace algún tiempo lo hacia de otra forma, pero se fue complicando la cosa y fue a más y el, no puede permitirse un escándalo.

Por eso van siempre que pueden al mismo hotel se hospedan en una habitación, ella los espera y una vez dentro y después de tomar unas copas, Juan Manuel se va a su habitación, y de esa forma no levantan sospecha.

Cuando llamó Jose al primo pasaron más de dos horas.

Ella estaba en el baño se fueron los tres y ella se iría mas tarde, así lo hace siempre, posiblemente por prudencia, aunque llevan muchos años, ella no se acostumbra.

Llegaron al coche, Jose le dio dos golpes en el hombro al primo y le dijo:

Juanma “de puta madre”.no eres un santo eres “simplemente perfecto”.

El “rubio” no se enteraba de nada de lo que hablaban, alargando la mano lo miró y dándole un golpecito en el hombro le dijo: “Guten” Guten.

El primo, miró al amante le hizo una sonrisa y en un alemán pobre se lo agradeció, Tanke chen

Jose aprovechando que no hablaba español le comentó al primo, ¿por qué no te quedas con este? Y agregó:

Es más fino y por que no, más guapo.

Juan Manuel soltó un suspiro profundo y con voz melancólica le dijo:

Es un cielo pero “este no tiene lo que el otro” y rompió las risas de los dos Juan Manuel para contentar a Herbert le cogió la cara con las dos manos y lo besó.

Fueron a la cafetería, donde lo recogieron y sin salir del coche se despidieron, tenia los cristales oscuros invitaba más seguro a la intimidad, después de varios besos con mucha pasión, se incorporó Herbert, extendió el brazo hacia Jose y se la apretó agitándola repetidas veces, Jose le hizo un guiño de complicidad y se marchó el alemán.

Ellos, en el camino de regreso al pueblo, le comentó Jose al primo: Tienes que saber que Miguel “El moreno” refiriéndose al marido de Concha, le sigue pegando.

¿Todavía sigue ese cabrón?

Será “Miérda” el desgraciado, me dan ganas de… Dijo Juan Manuel levantando la voz

El primo lo calmó:

Vamos a intentar convencerla, para que lo denuncie de una puta vez, la pobre le tiene pánico.

Juan Manuel para fogár los recuerdos añadió:

Y todo por la bebida y como no “puede” lo paga con ella, el hijo de put...

Vale primo, no vas a arreglar nada y tocándose el pelo le preguntó:

¿cómo estoy? bien le contestó Juan Manuel y le preguntó:

¿como está Mila? primo, este le respondió:

Últimamente tiene un “cabreo” de tres palmos de narices.

Juan Manuel, sonriendo le dijo:

Tu no te quejaras entre Mila, Viki y Concha, se te va a secar la médula le dijo el primo y agregó:

Co razón estas tan escuchimisao, primo lo tuyo no es problema de falda es problema directamente de “bragas.”

Concha tiene un hijo secreto de Jose, este no lo sabe y la familia tampoco.

Por lo contrario tanto Miguel el marido de Concha como su familia saben toda la verdad.

La historia es que siendo niños Concha y Jose eran muy buenos amigos hasta el punto de llamarse “novios”.

Pepe el padre de Jose no lo aceptaba de ninguna de las maneras, de hecho cuando se enteró se lo llevó a estudiar a un pueblo lejos a Campillo, es un famoso colegio, decía que: Poniendo tierra de por medio se les olvidaría.

Cuanto equivocado estaba, porque siempre que venía Jose de vacaciones a escondidas se veían, por supuesto que era con la ayuda de su primo Juan Manuel que le encantaba hacer de “celestina”.

Pasaron unos años y la amistad era mas fuerte, el seguía estudiando.

Encarna siempre, le tenía un cariño “especial” a Concha, nació y se crió en su casa, por ese motivo no lo desaprobaba, es mas, ella nunca perdió la esperanza, hasta que con el tiempo su hijo se casó.

Pero, cuando se separó. Aunque el, tenía dos hijos, Encarna creía que volvería con Concha.

Un día estando Concha en su casa, tenían la visita de los tíos Fernando y Pilar. El es hermano de la madre, tiene una casa junto a la de su hermana ellos emigraron como tantos españoles a Argentina.

Les va muy bien, tienen varias empresas, además no tienen hijos, vienen todos los años de vacaciones, algunas veces se quedan mas de un mes.

Se confirmó la noticia Concha estaba “embarazada” era muy joven y para evitar los problemas que surgen generalmente, por ese motivo en la sociedad en aquellos años y que en los pueblos se agudizaban por que se conocían todos, eso más unido a la forma de pensar en esa época.

Los propios tíos se ofrecieron para ayudar y después de meditar acordaron entre todos que lo mejor sería que Concha se trasladaría a Argentina.

Los tíos se hacían cargo de todo, Concha vendría cuando quisiera, incluso con el hijo, los padres le aconsejaron, ya que ella tenia solo dieciséis años, pensaron que era lo mejor para todos.

Después de más de dos semanas, haciendo proyectos y arreglando papeles se fueron a Argentina.

Ella se despidió de Jose, de la familia y demás vecinos, cuando se fue se llevó el secreto más bien guardado.

Una vez en Argentina, vivía en un pueblo llamado Pilar, a unos cincuenta kilómetros de Buenos Aires, el barrio está en una zona residencial” villa Morra”.

Le pusieron un estupendo profesor particular, que además también llevó en secreto lo del embarazo, parió en una clínica privada “Nuestra Señora De Fátima”.

Lo fue criando pese a su juventud y además sacando bien los estudios.

Pasó el tiempo y cuando terminó el primer año de filosofía, en la UBA universidad estatal en la capital, Buenos Aires, cambió por que en realidad, lo que le gustaba eran las matemática y se le daban muy bien, por eso pasó a económicas en la universidad privada “El Salvador”, que para alegría de la familia estaba en Pilar.

Un vecino y compañero de clase Raúl, la llevó a verlo de practicar el “Polo”, era uno de los miembros mas destacados del equipo.

En Pilar hay mucha afición por ese deporte, tanto que le llaman “la capital del polo”.

Raúl además de los caballos tiene otras aficiones, las pastas italianas y los churrascos, casi siempre terminaban cenando en “Fettuccini, un restaurante donde además de buena comida tienen el mejor ambiente de Pilar.

Concha, terminó la carrera.

Después de tener el hijo, algunos años vino a Málaga de vacaciones.

En uno de los primeros le dijeron que Jose tenía novia y que se casaba, porque la novia estaba embarazada.

Este fue el motivo para no contarle lo del “hijo” para no interferir.

En Pilar, Raúl, el vecino la enseñó a montar a caballo, daban grandes paseos, cada vez más frecuentes y más largos. Incluso algunas veces llegaban hasta la orilla del río Lujan.

Según el estaba esperando el cumpleaños de Concha para regalarle una preciosa “yegua”.

Fernando se dio cuenta de la situación y quiso que Raúl, supiera la verdad por lo que habló con el.

Cuando se enteró que era “madre soltera”

Empezó a distanciarse según el por perjuicio.

El padre, que era “militar de alto rango” y según el, ella no era para su hijo.

Concha lo pasó muy mal.

Cuando se enteró Fernando, con su sabiduría le dio una buena lección a la familia de Raúl.

Concha comprendió que Raúl, en realidad no la quería, era la fortuna de Fernando, y todo aconsejado por su padre.

Al final, la yegua no llegó a verla Concha.

En uno de los viajes a España, conoció a Miguel, este muy atento siempre la esperaba cada año.

Se portaba muy bien y tenía muchos detalles.

Cuando se enteró que tenía un hijo decía de reconocerlo y darle su apellido.

Un años vino con el crío, en el pueblo no levantaron sospecha, incluso visitaron a la familia de Jose

Siempre que venia visitaba a Encarna y no advirtieron el cambio.

Los tíos, al no tener hijos se volcaron con ella, además de estudios y educación, sobre todo le dieron cariño.

Los padre de Concha, dejaron de trabajar en la casa de Encarna por deseo de Fernando también les pagó el viaje para que conocieran a su nieto. Y otros viajes más tarde.

Una vez terminados los estudios, Concha, se casó con Miguel

El hijo siguió viviendo con los tíos, estudió diseño, arte dramático, música, actualmente vive en Nueva York, trabaja en un teatro de “Brosway”.

Conoce a su padre, por lo que le cuenta la madre y los recortes de prensa que unas veces le lleva y otras veces le manda.

En el camino al pueblo le comentó Jose al primo:

Te va a llamar mi amigo de Marbella, estuve hablando con el y sin problema unos meses, el otro lo miró y no hizo falta darle las gracias, estaba todo dicho con la mirada.

Cuando llegaron se acercó Milagros y le dijo al marido:

Buen Domingo, más de quinientos kilómetros, para que te vayas de bares.

El la besó y le preguntó:

¿Lo estáis pasando mal?

Ella resignada, le contestó:

No todo lo contrario, de pronto se le olvidó todo y le comentó:

Si vieras a tu abuelo, que envidia, cómo está a sus años, que alegre es, para añadir:

¡! ha y la niña se quiere quedar en Málaga ¡! todo estupendo, ojala estuviéramos mas cerca, esto no lo vivimos allí mi en el cine y abrazándolo le preguntó, ¿y los amigos qué?

Jose contestó:

Bien todo, y aprovechando un descuido de ella, mirando al primo levantó las cejas y juntando los labios soltó el aire en silencio como queriendo decir “ de lo que nos hemos librado”.

El primo le sonrió con un gesto de afirmación.

Milagros le cogió las manos y le dijo:

Esto tenemos que repetirlo con mas frecuencia.

A lo que el le contestó:

estupendo coincidimos los dos a pesar de los kilómetros y agregó:

Aunque no lo creas y a pesar de todo estoy “hecho un toro”, además, ya se descansará cariño.

Dándole un abrazo le dijo:

Se te nota la alegría y la felicidad en la cara, deben de ser muy buenos los amigos.

Sin dejarla de terminar y para borrar cualquier resquicio de dudas aprovechó lo que ella siempre suele decir “Málaga tiene buen clima” Málaga es especial, esto tenemos que repetirlo mas frecuente.

Si pero tu marido paga a los payasos dijo Juan Manuel.

Los tres reían a carcajadas.

En la casa vieron el video, escucharon música, merendaron, en resumen estaban pasando un día memorable e inolvidable, posiblemente el mejor en mucho tiempo, tanto los mayores como los pequeños.

Jose y Milagro tuvieron que prometer, volver pronto, por todos, pero sobre todo por los niños, que lloraban por que tenían que irse.

El mentalmente se frotaba las manos pensaba que así, estaría mas veces con Concha.

En un descuido Jose, se acercó al primo y al darle el abrazo y los besos de despedida, le metió algo en el bolsillo.

Se fueron con lágrimas de la madre, la nuera y la pataleta de Imma y David, que de no ser por la escuela se hubiera quedado.

Encarna habla mucho con ellos por teléfono y quedaran citados pronto, al menos contaba con la promesa de Milagros.

El con los ojos enrojecidos y un nudo en la garganta.

Hijo cuando lleguéis me llamas, por favor le repetía la madre.

Por supuesto mamá y se alejaron con las manos fuera del coche despidiéndose.

El segundo en despedirse fue Juan Manuel que después de repartir besos, al sentarse en el coche, se acordó que su primo le metió algo en el bolsillo, lo sacó y no se equivocó era un talón sonrió y salió otra vez para besar otra vez a la madre. Lo hacía siempre pero esta vez aprovechó para decirle:

No te pases con papá y tito, ya te contaré. Se metió en el coche se fue tirando besos a los niños, a lo lejos, sacó la mano por la ventanilla y empezó a tocar el claxon, hasta desaparecer.

Con el mismo cariño se fueron poco a poco hasta quedar los tres matrimonios y el anciano, que se fue a la cocina, poco mas tarde apareció con dos botellas de champaña y dijo:

“me cago en la leche” al entrar en la cocina, me he acordado que las tenía preparadas para tomárnosla todos. pero de todas formas ellos tienen que conducir, las puso encima de la mesa y todos reían.

Encarna fue a por las copas y dijo:

Antonio esto es la guinda del pastel.

No la guinda la pongo yo” dijo el anciano, se fue al equipo y puso un disco.

Todos reían a carcajadas, el pegó el índice en los labios, con ese gesto los mandó a callar y dijo:

Esto es lo mejor, en un solo disco los mejores, de los montes, de Comares de Almogias,

No lo dejaron de terminar el repertorio.

El seguía, El Puerto de la Torre, Majallanas.

¿En un disco todo los que dices?, no puede ser, le decía Pepe

Si, vienen todos, me lo dijo Luís Miguel y agregó:

Son mas de cien canciones,

Abrieron la primera botella mientras sonaba la música.

“esta es por Antonio” dijo Encarna levantando la copa.

“Por todos” respondió Antonio.

Pablo levantó la copa después de llenarlas y dijo:

Por los que no vinieron, pensando en los ausentes y no abráis la otra que tengo que conducir.

El, solo dio dos sorbitos para brindar, no puede beber por la medicación además, era el único que tenia que viajar.

“Que día mas grande” decía Antonio con la voz entrecortada, que manera de disfrutar y mirando a Pablo dijo:

Estamos borrachos, pero de felicidad, y entre risa y risa alguna lagrima pero de alegría al recordar algún detalle.

De pronto y sin explicárselos entró Pepe en la habitación y señalando a Juan hizo un gesto obsceno y le dijo gritando:

“Toma ya” y agregó, ya está papá encima de mamá, refiriéndose al fútbol.

El Madrid adelantó al Barcelona en la clasificación

Todos quedaron petrificados, se miraban pero no, no había palabras.

Pepe haciéndole un gesto feo le dijo:

Ha perdido el Barcelona y ha ganado el Madrid.

Será “gilipollas” rompió el hermano.

Con ironía y levantando un poco la voz explotó Encarna “este es mi Pepe” yo creía que estaba en el baño, ¿qué as estado haciendo?. ¿Escuchando la radio, no?

Pero bueno a este le falta un tornillo le dijo el padre y agregó:

A vosotros os pagan por hacer el tonto, ya decía yo, faltaba la guinda y… La guinda, no puede ser de otra manera, son “estos dos” me voy a cagar en la put...

Ssssss, interrumpió Pablo al padre, se levantó y mirando a los hermanos insistió:

Te das cuenta como eres, estábamos tan contentos brindando por el día tan estupendo y tú mientras, seguro que estabas pensando en el “puñetero” fútbol.

Y cuado te enteras, “ala” a restregárselo a tu hermano, que importante es eso para ti.

A ti, no te interesa el resultado de la reunión familiar.

“Hay que ver que vergüenza”

“como está la vida”

“no hay moral” eso dices tu cuando ves la televisión. Por que no piensas en tu comportamiento, y agregó:

Por que yo no se tu pero, a mí me das vergüenza. Con lo contentos que estábamos y bueno, esto me parece que no nos lo merecemos.

Para concluir:

Nos vamos y así no se calienta más el ambiente.

Se levantó besó al padre, a las mujeres se acercó a Juan y este solo le puso la cara pero al acercarse a Pepe este alterado se retiró para no ser besado.

Pablo moviendo la cabeza negativamente y lanzando un fuerte suspiro le dijo:

Que terco y que… Eres mas cabezón que un guarro pequeño, y se fue con Esperanza.

Encarna. se levantó y mirando a su marido le dijo:

Vamos Pepe, ella besó a los demás el se fue sin mas, al salir al porche camino del almacén, para coger el coche, empezó a recriminarle:

No te da lastima de tu familia, de tus hijos, de tus nietos, y de tu padre.

El sufre con estas cosas, El que te lo ha dado todo. Si no estas a gusto ¿por qué no te quedas en casa? Escuchando el fútbol, pero eso no te gusta a ti, lo que te gusta es fastidiar, a tu hermano, no te das cuenta que a los demás, nos molestas, hasta llegar al hartazgo. Esto de hoy va a cambiar mucho lo nuestro, porque ya no aguanto mas y llorando fue asta la casa, incluso con hipos y el corazón encogido.

Al llegar a casa ella se fue a la habitación. Pensando reflexionar y un poco mas tranquilos, hablar, pero se quedó adormilada esperando.

En la casa de Antonio, María como todos los días, preparó una tortilla francesa y un baso de leche con galletas.

Con tanta consternación el pobre anciano no comió, y eso que apenas lo hizo en el almuerzo.

El se acercó a ella y en voz baja le comentó:

“Que lastima con lo bien que estábamos.

Juan al oírlos entró en la cocina y queriendo excusarse o arrepentido de lo sucedido en un día tan especial, les dijo:

“Ha sido el”.

Ella harta de tantas y tantas veces, mirándolo con cara desafiante le contestó:

Cuando no es uno, es otro, cuantas veces lo as llamado tú a el, porque siempre que gana el tuyo, te falta tiempo para reírte de el.

Agregando:

Siempre estáis igual.

El padre le dijo:

Además “dos no discuten si uno no quiere” Juan.

Poco después se fueron.

Antonio se tomó la leche y le llevó la tortilla a los perros, no podía comer, se fue a su habitación cabizbajo.

Pensaba. Con lo bonita que es la vida sin fútbol, pero no. Estos dos, siempre se han peleado por cualquier cosa “son dos quema sangre”.

El silencio llegó a derrotarlos.

De pronto sonó un estruendo junto a la ventana de Juan.

Hizo que se despertaran el matrimonio y el anciano, los perros empezaron a ladrar y por la cercanía de sus casas el enorme ruido llegó asta la casa de Encarna que hizo que se despertara sobresaltada también.

Miró en la cama y Pepe no estaba, se puso la bata y bajó, el tampoco estaba en la cocina, ni en el salón, vio la puerta entre abierta pensó en cerrarla, pero no podía creer lo que veía, al abrir la puerta, allí estaba Pepe con un enorme cohete en una mano y en la otra un cigarro encendido, pegó el cigarro a la mecha y el cohete se fue pitando en dirección a la casa de Juan y la del padre que están juntas.

Pese ala distancia, el tenía practica y a los segundos otra enorme explosión.

Al momento varias explosiones más venían de todas las direcciones a la misma casa.

Pepe mirando a la mujer y con rabia, le dijo:

El domingo pasado me acribillaron a mí.

Ella se fue a la cama llorando desconsolada.

No, no merece la pena.

En la casa de Juan, este abrió la ventana y después de un fuerte y desesperado grito de “serán cabrones” se escuchó un portazo, con replicas de mas cohetes y así, un buen rato.

Ella pensó en hablar por la mañana, quizás no lo hizo por la costumbre, todos los Domingos era igual, sobre todo cuando hay fútbol.

En un principio, se hacía para demostrar la alegría, tirando un cohetes para decir que habían ganado una liga.

Después para decir que habían ganado un partido, pero ahora, es cuando marcan un gol y no importa, ya sea de un equipo u otro y así todos los Domingos.

Buen en honor a la verdad es, los Domingos, los Miércoles y siempre que hay fútbol, según ellos para demostrar la alegría.

Eso lo suelen hacer todos los aficionados del pueblo, incluyendo a los dos hermanos, entre ellos hay tanta rivalidad, que a veces llegan a hacer el ridículo.

El año anterior Juan con otros rivales de Pepe, le cantaron a coro en la puerta de la casa:

¡! Pepe cabrón saluda al campeón ¡! ¡! Pepe cabrón saluda al campeón ¡!

Otra vez, en un bar de aficionados del equipo rival del Barcelona, fue Pepe a ver el partido.

El Madrid jugaba en su casa con un equipo relativamente inferior, un recién ascendido y aprovechando, esa circunstancia fue a ese bar. Cosa que hace en contadas ocasiones, solo cuando el rival es inferior, para mofarse del contrario.

Ese día estaba tranquilo esperando la victoria. Sin embargo el primero en marcar fue el visitante, el recién ascendido.

Conociéndolo todos saltaron de alegría lo miraban y el no sabia que hacer, tuvo la brillante idea de coger el móvil aprovechando un momento de silencio dijo en voz alta:

“Ahora mismo voy” en realidad todos sabían que era una forma de huir, por lo menos así lo creyeron cuando estaba en la puerta, se pusieron de acuerdo y gritaron todos los que estaban en el bar. Gol, goooooooooolll, el no se atrevió a mirar atrás, se fue mientras todos cantaban “ala Madrid” “ala Madrid”

Y comentaban:

Será “capullo” en vez de verlo en su casa, que tendrá la mejor televisión del pueblo y se viene aquí al bar, de Gumersindo, donde van todos los del Barcelona, le ha salido el tiro por la culata.

El aparenta otra cosa, representa otro nivel cuando está con sus clientes.

Pasaron unos días, había terminado Juan Manuel de dar un presupuesto grande, al montarse en el coche sonó el teléfono: el lo descolgó, había silencio, el decía, diga.

Al otro lado una voz dijo:

Juanma, era una voz femenina muy conocida pero el no se centraba, porque la voz no le salía estaba llorando.

De pronto miró el número y dijo:

Si Conchi perdona levantando la voz le preguntó ¿qué te pasa? ¿Otra vez Miguel?

Ella lloraba, no le salían las palabras.

Lo mato, lo tenia que haber machacado la ultima vez, pero es tan cobarde que, ¡llorando!, me juró que estaba muy arrepentido y que no iba a hacerlo nunca mas.

Esta vez, me echan del trabajo le dijo ella

Juan Manuel le dijo:

Conchi nos vemos en el bar. En una hora, estoy allí y colgó.

Ellos cuando se citan lo hacen, en un bar. Junto al trabajo de ella, siempre por problemas con el marido “Miguel”.

Cuando llegó al bar., Se fue derecho a unas mesas en la parte interior del salón, allí las mesas están separadas todas por unos tabiques decorados, les dan una apariencia de intimidad daba esa impresión.

Concha, con gafas de sol y una herida en el labio inferior, ella se levantó y lo abrazó fuertemente llorando.

Tranquila Conchi, decía el. Que sinvergüenza, que hijo de put… ¿cuándo vas a dar el paso? Le preguntó

No es tan fácil Juanma, siempre me hace lo mismo se pone a llorar como un niño, me pide perdón y me da mucha pena, después se pasa unos meses bien, para un día y sin motivos se comporta fatal, es por temporadas.

Como sigas hablando así de ese mal nacido, me voy le dijo el y agregó:

Que te conozco Conchi, ¿no te das cuenta que siempre estás igual? nunca tendrás nada, ni serás nadie, eso contando con que cualquier día te de un mal golpe. ¿Qué ha pasado esta vez?

Ella, abrazada y sin dejar de llorar le dijo:

Ha venido con unas copas de mas, después de romperme el coche, subió ala oficina, pasó a mí mesa y ha roto el ordenador de un golpe, tiró todos los papeles y cosas que había encima de la mesa y empezó a darme golpes.

Llorando apenas si podía hablar, abrazada y temblando, cuando se calmó un poco le dijo:

No puedes imaginarte la que ha liado, mis compañeros lo echaron a la calle y cuando ha venido la policía, no estaba y al negarme a denunciarlo mi jefe, no me admite hasta que no ponga solución. Mis compañeros dicen de ir de testigos.

No se que hacer y haciendo unos gestos de dolor, volvía a abrazarlo.

Pobrecito, dijo Juan Manuel con ironía, no duras dos años en ningún trabajo, ¿no te das cuenta que es tu ruina? ¿para que estudiaste una carrera? ¿Para trabajar en una oficina? y con tres idiomas, insistía:

Aprovecha esta ocasión para denunciarlo, ¿no ves como tienes la cara?.

Ella se puso a llorar diciéndole:

¿qué hago ahora sin trabajo?

Juan Manuel sacó el teléfono, marcó un numero, ella le preguntó, el le respondió:

Estoy llamando a Adolfo, el es el que mejor te aconsejará y por lo pronto no vallas a tu casa.

Antes de terminar el café se presento el letrado. Estaba al tanto del problema, no era la primera vez.

Al despedirse Juan Manuel, ella lo abrazó y empezó a llorar, el la tranquilizó se disculpó tenía que ir al trabajo.

El abogado pidió un café mientras se tranquilizaba, ella le contestaba a las preguntas, para después irse al buffet, con ella, está relativamente cerca.

En realidad Juan Manuel no iba al trabajo se fue al pueblo.

Concha vive en una pedanía un poco retirada, del casco urbano.

El perro amarrado a un lado de la casa, alertó al dueño que salió apresurado, al encontrarse con el, le recriminó su presencia, ¿qué quieres ahora?

Vengo a hablar contigo le contestó, no tenemos nada que hablar le dijo Miguel.

Juan Manuel no podía aguantar la rabia que tenía en el interior, con voz amenazante.

Acercándose a el le dijo:

¿qué no tenemos nada que hablar? Hijo de puta, vamos a tener unas palabras y si hace falta pasamos a las manos y como no pongas remedio te meto una paliza, “chúlo” que eres un “mierda” ¿qué ah pasado ahora? ¿también se ah caído esta vez Concha?

¿Y tu como lo sabes? Dijo Miguel

Lo sabe todo el pueblo sinvergüenza, le dijo Juan Manuel levantando la voz.

Nadie quiere estar a tu lado por asqueroso que eres, -- No as dado un palo al agua en tu puta vida, antes tu familia y ahora Concha te alimenta vives de ella y te atreves a pegarle.

Acercándose a el le dijo:

La ultima vez te lo advertí y esta vez no doy un paso atrás.

Esto es un ultimátum. Te vas a Cataluña o donde quieras.

De lo que puedes estar seguro es que, mañana vengo y como estés aquí te lo juro por lo mas sagrado que te mato y cogiéndolo del cuello le dijo:

Que no doy un paso atrás y agregó:

Aquí mismo te mato.

Miguel se puso pálido se le notaba el mal trago que estaba pasando de pronto se derrumbó y llorando le dijo:

No tengo nada Juanma.

Este se dio cuenta que estaba aterrorizado, no articulaba palabra, aprovechando la situación le dijo:

Prepara las maletas que te doy yo para el viaje.

Sacó la cartera y le unos billetes.

El los cogió.

Juan Manuel para que viera la realidad le dijo:

Está en comisaría, la policía lo sabe y van a venir a detenerte, ahora esto tiene mas castigo porque las cosas han cambiado.

Y le recordó su propósito. Mañana vengo, no quiero verte aquí y agregó:

Eso contando con que no vengan otros del pueblo, ella no se merece la vida que le estás dando, Con lo que vale Concha y lo que podría ser, si no te hubieras cruzado en su vida. mal nacido y todo por lo vago que eres y lo mal acostumbrado que estás.

Juan Manuel se alejó con la seguridad que esta vez había llegado demasiado lejos y se iría con su familia era la única opción.

Estando en el coche llamó al abogado. Soy Juan Manuel, está Concha con usted.

Estoy en el hospital y cuando terminen vamos a poner una denuncia, le contestó.

No se vallan que estoy allí en seguida.

Así fue al llegar a urgencias, El abogado estaba en el mostrador con un maletín abierto y haciendo apuntes, le están haciendo radiografías y escáner por que tiene huesos rotos le dijo.

Haciéndole un gesto por la gravedad.

Vamos a la cafetería, le tengo que comentar lo sucedido con el marido, le dijo Juan Manuel.

Vuelvo en seguida le dijo el letrado a la recepcionista.

Cuando escuchó lo sucedido en la casa, le comentó:

Esta vez se le va a caer el pelo, esta vez son mas graves, en dos de los golpes tuvo suerte y apostilló, el que le dio en el ojo, por poco lo pierde, igual que el de la cabeza,

Dice que le duele mucho por lo visto perdió el conocimiento ¡y lo que no vemos! porque por lo visto en el pecho también tiene varios golpes, esto es mas grave, le dijo el abogado.

A Juan Manuel le cambió la expresión al momento

Y continuó el letrado:

El jefe por lo que me ha comentado un compañero de Concha y que está en la sala de espera, le ha puesto una denuncia, el seguro del aparcamiento otra y los compañeros están dispuestos a declarar.

¡! Que fuerte ¡! exclamaba Juan Manuel atónito

En el camino del hospital, comentaron la situación de ella y con el temor que le tiene a Miguel, podría arrepentirse decía el abogado y agregaba, como hizo siempre.

Pero al llegar al hospital pudieron comprobar, que los mismos sanitarios, la convencieron para firmar unos documentos, contaba con el respaldo de todos y dadas las circunstancias, no podía arrepentirse.

De lo que estaba segura era, en no volver a su casa, Juan Manuel, le aconsejó, para mas tranquilidad, se trataba de llamar a una de las dos cuñada que están en Cataluña, para informarla.

Cuando le contó lo sucedido, la misma cuñada le recriminó.

Llorando le dijo:

Conchi la última vez que te pegó ¿qué te dije? Deja que lo vea.

Estamos hartos de aconsejarle, de amenazarlo pero…

Tu no te mereces esa vida. Ni tu ni nadie.

Aunque sea mi hermano, esto tenías que haberlo hecho, la primera vez.

Que te lo dijimos.

Así que vete al juzgado y le pones una denuncia, pero que no te dé pena esta vez.

Ni enfermo ni nada, ese lo que es un maltratador, le decía

Se puso tan enfurecida que le dijo:

Ese… Hijo de su madre, que la pobre era “un tesoro” Pero el, es igual que su puñetero padre.

Mi madre la pobre, la mató mi padre de tantas palizas.

Las dos rompieron en llanto, Conchi tengo una vecina Antonia,

es muy amiga y con el mismo problema y siempre que me cuenta algo, que es un día si y el otro también, me acuerdo de ti y de mi madre y me pego unas “pechas” de llorar, que para mi se quedan.

Le decía:

Deja que venga, mi marido, se la tiene jurada.

Tu lo sabes ¿cuántas veces lo ha cogido del cuello? hasta delante tuya, te lo juro por la gloria de mi madre, que solo le doy una oportunidad.

Concha no hablaba solo escuchaba y absorbía el liquido que salía en abundancia por la nariz.

Mientras le venían algunos recuerdos.

Analizaba todo lo que le estaba diciendo.

Cuanta razón tenía.

Cuantos años perdidos.

Por que el, no era feliz, ni sabía hacer feliz a nadie, se refugió en el alcohol, como pretexto para no trabajar y fingía el llanto, para ganarse el perdón de ella.

Era conocido en el pueblo por los calificativos más (repugnantes) y la propia familia lo sabia,

Concha adoraba a la cuñada, en un principio le aconsejó dejarlo pero la propia Concha decía que iba a cambiar pero con el tiempo volvió a ser lo que era un ser despreciable, absolutamente nada.

La cuñada Candelaria conociéndola y comprendiéndola no paraba de aconsejarle y sobre todo darle el cariño de siempre y el apoyo.

Cuando le dijo que iba a Cataluña esta le dijo:

Conchi, me alegro por ti, pero el, te juro que se va arrepentir, después de un buen rato se despidieron, con el propósito de incluso viajar la cuñada a Málaga para apoyarla y acompañarla.

Llegó a decirle que estaba dispuesta a declarar a favor de ella.

No hace falta le contestó Concha.

Juan Manuel al verla de llorar fue a consolarla, pero ella dijo, no se va a adaptar allí.

Pensando en las amenazas de la cuñada.

Juan Manuel estaba indignado de lo que estaba escuchando y lo que puede sentir una persona tan atemorizada y para que no flaqueara le dijo:

¿Por que no piensas en el mal que te ha hecho?

Por una vez piensa en ti, en tu vida no seas tonta, ya está bien Conchi.

Juan Manuel, llamó a su empresa para organizarlos y dedicarle el tiempo que fuera necesario a ella.

El abogado después de aconsejarle fueron al juzgado a poner la denuncia.

Una vez terminada la gestión, se fue al buffet.

Ellos se fueron a la casa de Juan Manuel, al llegar a la casa lo primero que hizo fue llamar a Jose para contarle lo sucedido y decirle la situación.

Este sorprendido por lo continuo de las agresiones, después de consolarla, le pidió que se pusiera el primo, el, al no estar tan afectado le dio mas detalles.

Además le contó lo que le ocurrió con el marido.

Después de muchas respuestas le dijo:

Primo, haz el favor de prometerme que se quedara con tigo hasta que se solucione el problema.

Cuenta con ello le contestó.

Mas tarde te llamo, pásame con Conchi otra vez, le pidió Jose de nuevo.

Y le hizo prometer “no hacer como siempre”

Juan Manuel con el pretexto de comprar comida y revisar una obra se fue.

Se fue, pero no dijo donde.

Fue al pueblo para asegurarse el destino de Miguel.

Un vecino, le dijo que un taxi lo recogió y se fue con dos maletas. Juan Manuel le pidió el favor, que se hiciera cargo de los perros para ello, le dio dinero para los gastos, el no lo aceptó y le dijo que la guardia civil estuvo poco antes preguntando por el.

Concha, a los cuatro días, era muy temprano, recibió una llamada del abogado, para notificarle la citación del juzgado, ella extrañada le preguntó:

¿don Adolfo tan rápido?

Este le respondió:

Ya te dije que esto había cambiado.

Ella no estaba centrada en la conversación, el le dijo que hablaría con Juan Manuel para decírselo, ella le contestó:

No hace falta estoy en su casa desde el fatídico día, por miedo. Y agregó:

El mismo me llevará al juzgado.

El abogado le dijo:

Antes deberíamos vernos para concretar.

En el momento que cuelgue llamo a Juan Manuel y con lo que me diga lo llamo a usted don Adolfo.

Espero esa llamada, le insistió el abogado,

Cuando colgó tenía varias llamadas, del mismo numero.

Ella lo marcó, no se entendía.

Al otro lado se escuchaba una llantera, oiga, por favor contésteme, repetía Concha, una y otra vez.

Del otro lado, no salían palabras completas.

Concha. Decía:

Por Dios, que pasa.

La persona que estaba al otro lado del teléfono, quería hablar pero no podía.

Al reconocer la voz, Concha, rompió un grito de desesperación ¡! Candelaria ¡! ¿Qué sucede?

¡!-Concha… ¡! “ha muerto” mi hermano ha muerto. Le dijo la cuñada

Ella se quedó petrificada, no sabía que tiempo pasó, ni siquiera como se despidió de su cuñada.

Cuando entró Juan Manuel, la encontró fuera de si, no coordinaba las palabras, estaba bajo un “shock”

Este cuando pudo tranquilizarla, consiguió sacarle unas respuesta, le explicó lo sucedido, Juan Manuel llamó a Jose, para contárselo.

Al enterarse del fatal desenlace comentó:

¿cómo está Concha? ¿Como fue? No me lo puedo creer.

El primo, le contó como se encontraba Concha y le dijo que no sabía que hacer.

Este le dijo:

Primo, tienes que dejarlo todo y ayudarle, organízate y llévala a Cataluña… “Por lo demás” no te preocupes… A y llama al abogado, para que lo sepa y te aconseje.

Juan Manuel, estaba muy nervioso, prometió llamarlo más tarde cuando estuviera organizado y se despidió.

Inmediatamente llamó al abogado, este al saberlo le dijo:

“pobre diablo” después de aconsejarlo, lo primero era enterrarlo decía.

Después de hacer las llamadas oportunas para poder hacer el viaje, llamó al primo y le dijo que salían.

Por la noche, en el tanatorio, no habían muchas personas solo las dos hermanas, Candelaria y Ana, los maridos, dos sobrinos y un primo del difunto que vivían por la zona.

Cuando entró Concha, todos se levantaron, una de las cuñadas Candelaria se abrazó a ella fuertemente, Concha, por el dolor de los golpes que le dio Miguel, soltó un pequeño lamento

Aun tenía un gran hematoma que le cubría la frente y un ojo y la nariz, una herida en el labio y un poco oscuro, la parte izquierda de la cara.

Concha, llorando y muy afectada dijo:

¡!Pobrecito ya estará descansando ¡!

Todos la miraron, pero Candelaria, que aun estaba abrazada a ella no pudo aguantar, tubo una extraña reacción, se separó y sin dejar de llorar y aunque era su propio hermano, en voz alta dijo:

La única que va a descansar eres tú.

Todos coincidían, después de recibir el pésame de todos, estuvieron consolándola.

Ella presentó a Juan Manuel, como uno de los mejores amigos y además de toda la vida, decía, pasaron la noche

Una vez incinerado los restos de Miguel.

Invitaron a Juan Manuel a la casa, en el camino almorzaron en un restaurante y una vez en la casa Candelaria hizo café y se sentaron en el salón, quería contarle lo sucedido al hermano.

Una vez terminado se despidió y se vino a Málaga.

Pero antes llamó a Jose y le dijo:

Primo, ¿ Tienes tiempo?

Si le contestó el primo.

Pues quédate tranquilo por que voy a contarte lo que le pasó a Miguel.

Apresúrate le dijo Jose.

Y este empezó a contarle:

Por lo visto cuando llegó Miguel a Cataluña, la familia le pusieron las cosas claras, después de recriminarle su mal comportamiento, el daño ocasionado a todos, pero principalmente a Concha.

La hermana dijo:

Y eso que no había visto como estaba Concha.

Candelaria la hermana y toda la familia, se vinieron del pueblo cuando murió la madre, el padre era igual que Miguel y no soportaban tanta vergüenza.

Además de la bebida ni el padre ni el trabajaban.

Por todo eso cuando Miguel llegó a su casa le dijeron:

A partir de ahora tendrás que trabajar con tu cuñado, dejar la bebida y sobre todo respetarlos a todos y sobre todo a los sobrinos, que son mayores y no están dispuestos a transigir.

Por todo ello, le dieron, una sola oportunidad pero no dio tiempo a nada.

Por lo visto, le advirtieron que si la justicia lo reclamaban ellos mismos lo entregarían.

Estuvieron hablando hasta bien tarde y entre otras cosas y aunque nadie tomaba alcohol, tiraron la poca bebida que había, para que Miguel, no tuviera tentaciones.

A la mañana siguiente lo dejaron de descansar, según ellos solo por el viaje, pero una vez descansado iría a trabajar.

El marido de Candelaria se fue al trabajo, los hijos a la universidad y ella de compras.

Antonia la vecina y amiga vino tarde por la noche, por lo que no lo vio.

Por la mañana Miguel salió al patio, que en un principio estaba separado por un muro pero con el tiempo y por la amistad, decidieron disfrutarlo en comunidad, allí hacían comidas y algunas fiestas.

Miguel estaba sentado, cuando vino Antonia, que lo conocía pero no estaba al tanto de lo sucedido.

Por cortesía le ofreció una copa de aguardiente, como alguna otra vez, que fue de visita.

Miguel, aprovechando que ella, por la confianza, le había dejado la botella en la mesa, cuando quiso acordar, se bebió casi toda la botella.

Ella estaba en el interior de su casa, no se lo explicaba, contó como pudo ir a la cocina y ella al darse cuenta, dio la vuelta y allí estaba Miguel completamente desnudo e intentó violarla.

Después del forcejeo no consiguió su propósito ella decía que por el efecto del alcohol “no lo consiguió”.

El temiendo al marido y a su propia familia se quitó la vida.

Juan Manuel, una vez informado el primo, llamó a su familia les contó que estaba de viaje de negocio y que salía para Málaga.

Concha se quedó por un tiempo con la familia.

En Málaga y después de mas de dos meses, sin tener noticias de Concha, Juan Manuel llamó al primo y le dijo de ir el mismo a intentar convencerla, para que volviera.

¿Y tu trabajo Primo? le dijo Jose.

A lo que el le contestó:

Esto, no es normal, ¿por qué no coge el teléfono? me quedo mas tranquilo si voy.

En realidad, sabía que el primo lo estaba pasando mal.

Por otra parte Jose, no podía presentarse allí de ninguna de las maneras, por lo conocido además su relación solo lo sabía el primo.

Juan Manuel quería pagarle tantas veces que el primo se sacrificaba por el, quería agradecerle lo de la casa en Marbella y tantos y tantos detalles que tiene con el.

Una vez lo detuvieron en un bar de alterne Junto a personalidades, gente del arte, de la música, la televisión, e incluso de la iglesia. Según decían las “primeras noticias” junto a menores, y Juan Manuel cree que gracias a Jose no tuvo trascendencia

No solo eso, además porque gracias a el lleva la homosexualidad mejor y se permite, hacer “realidad” algunas fantasías, sin el no podría, por eso decidió que lo mejor es ir el personalmente a Cataluña y así lo hizo.

Allí comprobó que Concha no mejoraba, estaba atormentada con la muerte de su marido, por eso le pidió tiempo para poder recuperarse, le prometió llamar a Jose y poner de su parte para volver a Málaga.

Mientras en la casa de Pablo, este atravesaba otra crisis por razones obvias:

La compañía eléctrica tenía la zona donde estaba situada la fábrica “abandonada”, no por que los clientes fuesen “morosos” tampoco por falta de quejas, por que hasta incluso la asociación de empresario de la zona, tenía un juicio pendiente contra la compañía, por la suma de quejas de los empresarios.

Los cortes eran numerosos. Al pescadero se le estropeó más de una vez el peso.

Las tiendas tenían que cerrar por que no funcionaban las cajas registradoras.

Esta no lo tenía en cuenta y eso que se “publicaban” en la prensa las quejas de los vecinos.

Ellos no sabían que el periódico hace ediciones dedicadas exclusivamente a cada zona.

Por lo que los problemas de allí no se veían, ni en la capital, ni en las demás zona de la provincia (es simplemente una forma de vender mas periódicos) por eso los vecinos no lo entendían.

Eso unido al poco espíritu de superación profesionalmente que tienen en la compañía, al no tener competencia con otra empresa suministradora de electricidad.

Pablo tenía dos celebraciones y tuvo que buscar una empresa que le hiciera los encargos, al principio no era fácil no podían por la fecha, hasta que a ultima hora y haciéndole un gran favor, lo consiguió y pudo cumplir con sus clientes.

Eso si, le supuso perdidas, perdidas que asumió para cumplir con los clientes.

Una vez terminado el fin de semana y cuando mas tranquilo parecía empezó a sentirse mal, hubo de ser ingresado.

Todos creían lo peor.

Los problemas consecuentes, posiblemente le produjeron ese estado de ansiedad.

Después de unos días ingresado y una vez dado de alta se fueron a pasar unos días a la casa del padre, allí tenía mas compañía.

Las cuñadas fueron siempre el apoyo, el mismo decía que eran la mejor “medicina” el estar arropado en la familia.

Encarna en conversación con las cuñadas, les confesó que estaba en proyecto venderle unas tierras, que los hijos lo sabían y un notario, tenía el encargo, se le vendería por un precio simbólico.

Todos estaban al corriente de la situación de su tío, con respecto a la herencia, el menor de los hijos de Encarna, Javier es abogado en un principio dijo que no e incluso, llamó a los demás para que no se hiciera, pero al final fue el mismo el que tuvo que convencer a los demás y les dijo los pasos a seguir y como hacerlo con urgencia.

Todos estaban de acuerdo, al reconocer que era la mejor forma de hacer justicia con el tío.

Se trataba de una finca inclinada y baldía, en la parte opuesta del pueblo, tenía varios edificios en muy mal estado, tres naves grandísimas en desuso, con el tiempo y después de sembrar varias veces, se dieron cuenta que aquellas tierras no servían, incluso lo arbolaron varias veces y se perdían, por lo visto era tierra “estéril” y después de tantos problemas, se dieron cuenta que era imposible y se abandonaron.

Tuvieron que vallarla, Pepe decía que eran muchos gastos, con el tiempo, unido al abandono, más la ayuda de los gamberros que se dedican a darle el mal aspecto que tiene y por eso tiene muy poco valor.

Encarna no es la primera vez que lo propone por ser una parte de la herencia de su propia familia y por lo tanto, decía que tenía derecho para hacerlo.

Además, es en lo único que Pepe está de acuerdo, para el “ la escombrera” por que allí ellos tienen las maquinarias que no sirven y algunos desaprensivos, han roto las alambradas y se dedica a llevar lo que le sobra el las obras.

Pepe, para reírse de el le dice:

Produce mucho y siempre termina diciendo solo producen mucho “gasto” y para lo único que vale es para dar cobijo a los “drogadictos”

Una vez pasado por el notario, aprovechando una fecha especial y con todos de acuerdo hicieron una pequeña fiesta en el “nogal”

en el notario, Pablo no hizo ningún gesto, sin embargo en la fiesta familiar como si se tratara de algo más “oficial” o por la presencia de toda la familia no pudo evitar las lágrimas de la emoción.

Pablo es feliz, decía el padre.

Empezó a hacer planes, de pronto ponía la fabrica en la finca, para después prepararla para sembrar, por supuesto que todo era fruto de la gran ilusión.

Pepe como siempre, en lugar de ayudarle, para lucirse comentaba:

“Por fin me he librado de la escombrera” ¡!Pablo, además de gastos no esperara otra cosa ¡!

Encarna le llamo la atención, le decía que su hermano lo que necesitaba era ánimo, para malos ratos ya estaba la propia vida y el mas que nadie lo sabía.

Detrás de la finca había otra, que el ayuntamiento estaba de pleitos, por que según los documentos, no aparecían herederos querían expropiarlos y arreglar la situación, llevaban muchos años intentándolo, en un principio pensaron en ceder una parte para hacer algo que beneficiara al pueblo, además irían parques, polideportivo etc. Todo eran rumores.

La necesidad de un “instituto” mas la influencia de Jose desde Madrid hizo un plan que además del instituto con F.P. en el proyecto había la gestión de un centro de alta resolución, CARE.

Todo transcurrió bien.

Un día en la merienda familiar, comentó Esperanza a las cuñadas que estaba recibiendo llamadas proponiéndole comprarle la finca, después de la negativa le proponían comprarle una parte, para más tarde, subir el precio y cada vez le ofrecían mas.

Llegó a oídos de su sobrino Jose por mediación de la madre y este, lo llamó para decirle que no se le ocurriera vender nada.

Para asegurarse le mandó a un constructor, este se presentó en el pueblo, Carlos, es amigo del sobrino.

Lo puso al corriente, iba preparado con una maleta con los proyectos.

A Pablo y Encarna les ilusionaba la idea se trataba de meter maquinas para preparar parte del terreno y sacarle el mayor rendimiento.

Por supuesto que Pablo no tendría ningún gasto.

Carlos con el permiso de Pablo, presentó proyectos, sacó permisos, todo se hizo en secreto, tan solo lo sabían las cuñadas y el padre.

En las comidas familiares del “nogal” un domingo tras otro la conversación de Pepe “no” era el fútbol, por que el Madrid no gano la liga, aunque al final estuvo muy cerca.

Juan se mofaba de su hermano.

Pepe, como podía cambiaba la conversación y le preguntaba a Pablo:

¿Qué as sembrado? En tu finca, para agregar ¿por que no siembras gastos? te aseguro que recogerás “ruina.”

Por más que le reprochaban, siempre se metía con el, era su forma de compensar, los resultados del fútbol.

Para cuando quisieron construir el instituto, Carlos tenía montada tres casetas prefabricadas.

En una tenía montado los despachos, en otra las maquetas y en la tercera mas separada un almacén.

Una avenida atravesada con dos rotondas, al final el aseso a la otra finca donde iban las obras del instituto.

Hicieron una primera fase, que constaba de un gran centro comercial.

En el pueblo la gente decían, que era una locura por lo apartado que estaba.

Carlos de la parte que le correspondía la vendió toda allí pusieron una discoteca, bares de copas, restaurante, tiendas de moda etc.

Por su parte Pablo tenía locales, un inquilino en varios de ellos, montó una “ludoteca” se trata de un negocio para que los mas pequeños celebraran los cumpleaños y demás fiestas. Era una novedad en la zona, porque contaba con puentes colgantes, pistas americanas para que los niños la atraviesen sin peligro, pelotas gigantes, un castillo inflable, columpios, habitaciones donde el suelo está formado por medio metro de pelotas de goma, además tiene un bar, donde se celebran los cumpleaños y los mayores también disfrutan sin preocupación y pueden observar a los pequeños.

La parte alta del centro comercial, es entera de Pablo donde hay, una planta de oficinas y otras dos de viviendas.

En la segunda fase:

No empezó el centro de salud y ya habían, oculista, ortopedia, farmacia, y por supuesto muchos negocios.

Le ofreció una empresa de ámbito nacional, montar un negocio en su finca. Pero fue el ayuntamiento el que cedió el terreno, a cambio, parte de los empleados, tienen que ser del pueblo y del partido que gobierna, aunque esto es extraoficial.

Por fin Encarna consiguió lo que quería. Pablo cerró la fábrica y las hijas dejaron de trabajar.

El que no lo estaba pasando bien, era Pepe la envidia, siempre ha sido “su fuerte” lo tenía fuera de sí, aunque intentaba demostrar lo contrario, se le notaba y no soportaba que su propio hermano, le fuesen tan bien las cosas.

Sobre todo por que las tierras eran antes de su propiedad.

Para más “inri” antes sus tierras eran, las de mayor valor del pueblo.

Ahora las que el no quería la “escombrera” en la primera fase, valen más de treinta veces que las suyas.

Para rizar el rizo, a Pablo le propusieron un buen negocio, se trata del inquilino de la “ludoteca” Luís, quería cambiarle los locales por una casa en la playa, al principio dijo que no, pero después de unos días dándole detalles fueron a ver el sitio.

Se trata de una casa de lujo con jardín, zona de aparcamiento, piscina, todo privado y en primera línea de playa entre Fuengirola, y Marbella

El hermano de Luís es Juez, tiene acceso a los embargos y expropiaciones y a cambio de una comisión el hermano puede hacerse con la casa y a cambio de los locales, la casa puede ponerse a nombre de Pablo y Esperanza, Luís pagaría la hipoteca pero la cambia por los locales, ya que tienen mucho éxito.

Cuando volvieron de verla Pablo, no lo podía creer, allí podrían descansar todos,-- por que tenia muchas habitaciones, pero sobre todo el, que ya estaba recordando que tenia unas cañas de pescar en el almacén de la casa del padre, de hace mucho tiempo.

En otro lugar, concretamente Cataluña, un hermano de Milagros estaba desayunando, en la cafetería de un hotel.

Vio a Jose su cuñado que se encontraba en la barra, le notó un poco nervioso, fue a levantarse para saludarlo pero, vio como se dirigía a una señora y no la dejó entrar, vio como se apresuraba para llevarla a la zona de los ascensores.

En un principio por prudencia no lo llamó, menos mal, porque después pudo comprobar, que no se trataba de una admiradora, tampoco de la secretaria, vio como el amor y el deseo, le hizo fracasar en el intento de pasar desapercibido.

Los espejos oscuros que cubrían las paredes, y la casualidad hicieron el resto.

Jose había hecho varios viajes a Cataluña en los que con mucha discreción se veía con Concha.

Lo que no podía imaginar era que después de aquel fatídico día y a pesar de la seguridad personal, tenía un detective privado pagado por Milagros, para obtener pruebas, que obligaron a dejar a Viki.

Pasaron unos meses hasta que consiguió todo lo que le exigía para el divorcio.

El por su parte, obtuvo un puesto de alto cargo en una empresa y otro dentro del partido se fue retirando del punto de mira.

Una vez divorciado de Milagros.

Concha se fue a vivir con el a Madrid

Jose mas libre de cargos quiso hacer un viaje para celebrar una especie de “luna de miel”

Le pidió a ella una opinión, no lo dudó a Nueva York y Pilar - Argentina “para presentarte toda mi familia” le dijo:

¿Argentina si, se que están tus tíos pero ¿Nueva York?

El sabía que sus tíos estaban en Argentina aunque no los conocía. Por eso le preguntó por Nueva York, ella le dijo:

Ya te enteraras.

Salieron de Madrid a las 1 y después de 8 horas de viaje llegaron a las 3 de la tarde- hora local.

No estaban cansados fueron al hotel Pensilvania, en la 7ª avenida, frente al Madison Square Garden.

Alguien se los recomendó por que estaba relativamente cerca de Broadway y para poder ir dando un paseo, por la zona más comercial.

Al llegar a recepción, al registrarse les dieron dos invitaciones para la zona vip, en uno de los teatros en Broadway, el se sorprendió y le preguntó:

¿ha sido algún familiar?

Ella se encogió de hombros, como ignorando, el insistió:

¿Qué familia tienes aquí para que te deje las entradas?

Ella seguía diciéndole que no lo sabía.

a petición de ella y sin apenas descansar fueron al teatro, en el camino, los dos alucinaban con la cantidad de luces, los reclamos y carteles que iluminaban todos los edificios, había un ambiente bullicioso, nunca habían estado en esa ciudad.

El taxi los dejó en una calle muy famosa por “la esquina de neón” el taxista de habla español, pero con acento sudamericano les dijo:

Esta calle de la izquierda es Broadway y ahí está el teatro que ustedes quieren ir y la mayoría de ellos.

Presentaron la entrada y lo llevaron a un palco.

Jose, estaba perplejo al ver a Concha, como asistía muy atenta a la representación, toda su atención estaba puesta en el escenario, el, un poco extrañado por su comportamiento, pensaba que era excesiva la atención que le prestaba

Una vez terminada la función, levantada aplaudía como la que mas y con un exceso de entusiasmo.

El creía descubrir una gran afición de Concha por el teatro.

Ella le pidió de ir a los camerinos para felicitar a los actores.

El la acompañó, un tanto extrañado por el comportamiento.

Cuando llegó a la zona de camerinos, estaba repleta de personas, la mayoría con trajes de noche.

Los faxes de las cámaras no paraban, vio como eran requeridos los actores por las autoridades y de más personas para posar con ellos.

Pero la gran sorpresa se la llevó cuando el primer actor, en la puerta de su camerino, al ver a Concha y Jose se dirigió a ellos con los brazos extendidos, al llegar a ella la abrazó, Jose no lo entendía.

Después de un largo abrazo, la levantó llamándole “mamá” el ajeno a lo que veía, no sabía que decir

Pasaron al camerino y observó un gran espejo rodeado de bombillas con muchas fotos puestas alrededor.

Dos fotos grandes presidían la mesa una de Concha y la otra de el mismo.

Jose con la mente aturdida y muchas preguntas por hacer fue a darle la mano, pero el extendió los brazos para abrazarlo, al contacto con el joven no pudo evitar un nudo en la garganta que explosionó repentinamente al escuchar “hola papá”

De pronto le vino a la cabeza un sin fin de preguntas.

Se le llenaron los ojos de lágrimas,

Poco a poco fue asimilando las cosas que le contestaba Concha a sus preguntas.

Un poco más tranquilo se dio cuenta que las caras conocidas de las fotos del espejo eran de los padres de Concha y en otra hecha en el nogal, con su propia familia, estaba el abuelo sus padres y los tíos.

Jose preguntó:

¿y esta?

Ella le contestó:

Me la dio Juan Manuel, yo se la pedí, el no sabía nada.

Más tarde fueron los tres andando a cenar muy cerca de allí, tenía una mesa reservada en un restaurante Hard Rock Café, en la entrada vendían ropa, gorras y demás con el anagrama del bar, estaba lleno de gente, con muchos instrumentos por todas parte metidos en vitrinas también tenían trajes y un sinfín de reliquias en una pared tenían gran cantidad de guitarras incrustadas como parte de la decoración.

Después de la cena, fueron al apartamento del hijo. Tenía fotografías de ellos, de las dos familias y por lo que decía los conocía a todos pero nunca los pudo ver. Se le notaba la unión que había con sus abuelos maternos y los tíos de Concha.

La semana se hizo cortísima, la pasaron juntos los tres, tenían mucho que hablar.

Visitaron monumentos un parque grandísimo, edificios emblemáticos por la altura más de cien pisos, tiendas y lo más curioso es, que vieron espectáculos de personajes muy famosos pero en locales pequeños.

Llegó la hora de partir, no podían aplazarlo tenían los billetes reservados para ir a Argentina, allí lo esperaban los padres y los tíos de ella.

El viaje a Argentina parecía preparado, porque llegaron el once de Octubre, vísperas de las fiestas del pueblo el Pilar.

Los padres, después de casarse Concha con Miguel, se fueron a vivir a Argentina y ella nunca les contó los problemas que tuvo, pero si supieron de la muerte y de la última etapa de Concha con Jose.

La familia de Concha lo aprecian y lo quieren. Al igual que Concha también es muy querida por la familia de Jose, especialmente Encarna, el respeto y cariño es mutuo de siempre.

En realidad fue el padre de Jose el único que no la aceptaba, por la forma de ser de este.

En Pilar fueron a visitar a algunas amigas de cuando estuvo viviendo, le enseñó los sitios que frecuentaba incluso fueron a Buenos Aires que también conocía sitios encantadores que le traían buenos recuerdos.

Lógicamente estaba todo muy cambiado hasta el punto de confundirse a veces,

De regreso a España, al llegar a Málaga los recibió su primo Juan Manuel y fueron a la casa del abuelo querían comunicarle a la familia la situación, el divorcio de Milagros, la nueva unión y pasar unos días con ellos.

Unos lo sospechaban, pero al unirse a Concha y después de saber que tenían un hijo en común de la relación de ambos en la juventud, a todos les sorprendió, pero una vez informados y contado lo vivido en Nueva York, les encantó.

A todos menos a Pepe, que se le notaba algo incómodo, por lo que se fue a su oficina posiblemente a reflexionar.

Mientras en la casa, las preguntas sobre el hijo se interrumpieron, para ver un cartel del teatro, que traían Concha enrollado, eran los actores.

Encarna dijo muy segura quien era el nieto.

En una bolsa de viaje traían varios DVD. Con la obra de teatro completa y llena de recuerdos del hijo “Joselito” como lo llaman en la familia materna

Encarna la flamante abuela, no paraba de besar y abrasar a Concha y le decía en voz baja:

“Nunca perdí la esperanza” siempre sabía que tú eras para mi hijo.

Yo como madre, “algo en mi interior me lo decía”

Siempre que venías de vacaciones, nos visitabas tu nunca me dijiste nada pero yo sospechaba “un algo especial”

Pero claro nunca, nunca, me pude imaginar que era un hijo.

Ahora te comprendo y te pido perdón en nombre de la familia por el daño que te hemos podido hacer le decía abrazándola.

Jose estaba desbordado de la felicidad.

“convocatoria de arroz en el nogal el domingo” dijo Antonio el abuelo después de un fuerte suspiro.

Pablo no pudo aguantar las lagrimas, fue el primero pero no el único todos estaban emocionados.

Hicieron planes, llamaron, como siempre a los ausentes, para la inminente “comida familiar”.

Ahora la sorprendida era Concha.

Esta es la “maquinaria de la felicidad” que yo te he referido algunas veces, le dijo Jose.

Juan dijo, Para que la felicidad sea completa, obligatoriamente tiene que haber una ausencia, la del que “casi” siempre mete la pata, refiriéndose al hermano

Casi siempre, dijo el anciano, para que sea completa el otro casi eres “tu”

Jose mirando a Concha le sonrió y le dijo a la familia.

Ya está informada de las trifulcas de los hermanos a cuenta del fútbol.

“Del fútbol” dijo el anciano, me cago en la leche y “cuando no es el fútbol es el dinero”

Para cortar el ambiente pusieron un video de “Joselito” Encarna no soltaba a Concha, miraba a las cuñadas, con esa mirada de complicidad que decía, que algo nuevo estaba planeando para la nueva pareja.

Esperanza tuvo una idea Algo relacionada como siempre con el intento de proporcionar la felicidad, se trataba de celebrar la boda de Jose y Concha en el nogal, hacerlo en la propia casa

Cada uno daba una idea

Había que llamar a Joselito el hijo de ambos también a los padres de Concha para que hicieran planes para venir con los tíos ellos no podían faltar y serian los que pondrían fecha esa boda sería la fiesta más grande del nogal

Todo se estaba preparado para el domingo.

Jose y Concha estaban en la costa en el hotel que tantos recuerdos tenían, querían vivir las escapadas que hacían en tiempos anteriores.

Pablo y Esperanza preparando el postre para el domingo.

Pepe llegó a su casa con Encarna, los había invitado a almorzar un cliente el “murciano, en realidad aprovechó la comida para venderle las clementinas de la temporada, era la fruta de una de las fincas, había sido un año excelente, posiblemente el mejor ella se sentó en el porche, el se quedó en el salón para escuchar los resultados del fútbol.

Sonó el teléfono y gritando para que la escuchara le dijo a la mujer:

¡! Cójelo tú ¡!

Ella que se había sentado en ese momento le contestó

Deja un momento el fútbol y no seas así que lo tienes al lado.

Cuando volvió al salón le preguntó Encarna:

¿Quién es niño?

Con cara de preocupación, le respondió:

Mi padre está en el hospital.

¿Qué ha pasado? preguntó ella levantándose.

No lo sé, creo que le dio un dolor en el pecho.

Ella le preguntó:

Pero ¿no estaban en Málaga de compras con tu hermano y María? insistía ella.

Por lo visto llevan horas llamando, esta en la habitación 321 del hospital “Carlos Haya”

Pepe te lo tengo dicho, la manía que tienes de no llevar el teléfono le recriminaba ella, no tienes perdón.

Venga vamos de prisa dijo ella, levaba un nudo en la garganta

En el camino al hospital dijo Pepe,

¡! Llevo unas ganas de verlo ¡!

Extrañada le preguntó:

¿De que estas hablando?

A lo que el le respondió:

3 a 0, “que le den por culo” a Juan

Encarna no daba crédito a lo que estaba pasando, las lagrimas cubrieron ojos……………………

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